DISFRUTANDO LA INCERTIDUMBRE
Para el pleno disfrute de algo lo más
elemental es conocer que es ese algo, por ejemplo si yo disfruto al saborear un
buen chocolate crocante, iré al kiosco a adquirirlo y así satisfago el deseo y
disfruto del placer del momento. Entonces sería bueno conocer que es la
incertidumbre para poder deleitarnos con ella. Según el diccionario la falta de
certeza nos lleva a la incertidumbre, y según la misma fuente, “CERTEZA es el
conocimiento seguro, claro y evidente de las cosas”, por analogía podemos decir
que la “incertidumbre es un conocimiento dudoso, oscuro e incierto de las
cosas”, lo que equivale a decir que es un desconocimiento de las mismas.
¿Podemos entonces ante esta situación disfrutarla? ¿Podemos alegrarnos cuando
no sabemos ciertamente que nos va a pasar mañana o dentro de las próximas
horas? ¿Qué placer podemos sentir cuando en la empresa donde trabajo corre el
rumor de próximos despidos? ¿Nos regocijamos en familia y hacemos una fiesta cuando
escuchamos que puede haber aumentos nuevos en las tarifas de los servicios? ¿Gozamos
a pleno cuando se murmura de aumentos en los productos de primera necesidad?
¿La comunidad de jubilados se puede deleitar cuando escucha que les quitan
descuentos en los medicamentos o que le van a bajar el haber jubilatorio?
Realmente si en alguna de estas situaciones nos sentimos felices, es porque
somos masoquistas. Nadie puede disfrutar de ninguna incertidumbre y mucho menos
cuando se trata de temas vitales.