EL PERONISMO NO NACIÓ
DE UN REPOLLO
El 17 de
Octubre de 1945 ha sido un hito importantísimo por su carácter revolucionario y
que marcó el futuro del Movimiento Nacional y Popular que culminó en la
conformación de lo que es el Peronismo. Esa marea humana integrada por “los
desheredados de la tierra” hicieron de esa jornada un día famoso e histórico en
los anales de la marcha de los pueblos. Esa multitud avanzaba incontenible por
las calles que unían las barriadas proletarias con la ciudad para rescatar al
hombre que le dio la dignidad que todo ser humano tiene por el simple hecho de
serlo, creando desde ese momento un lazo indestructible de mutua lealtad, que
se manifestó en todos los derechos que nunca les había prodigado la oligarquía
en el poder.
Si bien
este hecho fue fundamental en la construcción futura, debemos tener en cuenta
que hubo otras acciones que se fueron dando paralelamente y que contribuyeron
al nacimiento de ese fenómeno que se llamó Peronismo.
El
yrigoyenismo

Durante
su primer gobierno (1916-1922), el caudillo radical Hipólito Yrigoyen incorporó
a las capas sociales medias a la vida política, en un tiempo muy complicado en
lo económico y lo social. Yrigoyen
fue electo presidente nuevamente en 1928, para un período que debió ser
1928-1934, derrotado por una coalición de conservadores y radicales
antipersonalistas el 6 de setiembre de 1930. Aflora entonces una ofensiva
petrolera yanqui y por supuesto la vuelta política de la oligarquía ganadera
que toma el poder, de esta manera se inicia un desgraciado período de retroceso
de la Argentina como Nación.
El nacimiento de FORJA
Mientras el pueblo sufre la inversión de su
destino nacional, aparece un movimiento ideológico surgido de la crisis de la
UCR que se aceleró luego de la muerte de Yrigoyen, cuyo intento fue recuperar
el partido para las ideas puestas en marcha por el caudillo mientras fuera su
conductor.