martes, 19 de noviembre de 2019

EDITORIAL DE HACIENDO CAMINO DE NOVIEMBRE


BOLIVIA: DE EVO AL MEDIOEVO
La intención que tenía al pensar la nota editorial de esta edición era la de esbozar en una breve síntesis esa institucionalización de la mentira como forma de comunicar al pueblo las “bondades” que este gobierno les fue brindando durante el transcurso de estos casi cuatro años. Su título iba a ser: De “pobreza cero” a “hay gato para rato”. Pero los graves acontecimientos que están ocurriendo en nuestra querida Patria Grande me hizo cambiar el rumbo de este enfoque, en especial por la situación surgida por el golpe de estado en la República plurinacional de Bolivia.
Me pareció conveniente por su profundidad basar esta nota en los conceptos del periodista e investigador argentino Ricardo Ragendorfer, los que brindara a distintos medios de comunicación.
A modo de introducción ponemos esta frase que de alguna manera resume su pensamiento sobre este tema:
El invento más eficaz que se le puede atribuir al capitalismo es la fabricación de pobres de derecha. Situaciones aparentemente distintas como las de Bolivia y el levantamiento popular en Chile, son fruto de la misma moneda, de la misma desigualdad. De una situación en la cual confluye el desgaste de ese modelo –que termina explotando- y la necesidad de sus hacedores de restaurarlo por la fuerza”.
“Por un lado, el proceso del golpe que comenzó el mismo 20 de octubre en el cual se celebraron las últimas elecciones presidenciales, trae aparejada una verdadera ‘vuelta de tuerca’ en materia de desestabilizaciones institucionales, en materia de desestabilización de procesos democráticos ya que se aleja del modelo de los ‘golpes blandos’ que sucedieron durante la última década (los derrocamientos parlamentarios de Lugo en Paraguay y Rousseff en Brasil). Este golpe se asemeja a los golpes militares de los ‘70 puesto que, si bien todo comenzó con rebeliones de sectores derechistas de la población rematados por una insurrección policial, el ‘tiro de gracia’ al gobierno de Evo fue dado por ese ultimátum militar que exigía su renuncia”.
Finalmente, Evo Morales resolvió presentar su renuncia a la presidencia. “Lo cierto es que en circunstancias como estas, el pueblo armado enfrentándose sin entrenamiento ni concepción militar a unidades de combate -ya sea del ejército o de grupos paramilitares con entrenamiento militar- es algo suicida. Esa actitud (renunciar), que algunos comparan con la que tomó Perón en 1955 al ser derrocado y que algunos sectores criticaron, me parece fruto del sentido común. Desde luego hubiese parecido más heroico que la población resista con las armas y que ‘venza al enemigo’pero la correlación de fuerzas no favorece a los sectores populares en este momento.