DICIEMBRE, ENTRE BALANCES Y ESPÍRITU NAVIDEÑO
El balance que podemos hacer
la mayoría de los habitantes de esta querida Patria, diríamos que no es muy
halagüeño, durante los últimos tres años hemos sufrido las consecuencias
nefastas a las que nos llevó el sistema neo-liberal que, lamentablemente, fue
elegido por el 51% de los votantes. Esto le dio el carácter de “democrático”
que aún hoy manifiestan quienes nos gobiernan. Es la primera vez que sucede que
un gobierno de esta ideología accede al poder por medio de las urnas,
históricamente siempre han participado de cuanto golpe de estado hubo en el
país, si recordamos precisamente cual fue la situación que vivimos en aquellos
gobiernos cívico-militares y la comparamos con la que estamos transitando en la
actualidad, veremos sin lugar a dudas que es casi idéntica. A pesar de los
discursos y de la publicidad oficial que asegura que estamos en democracia,
podemos constatar día a día que estamos perdiendo algún derecho obtenido en
épocas de verdaderos gobiernos que con aciertos y errores se esforzaban por
garantizar la libertad y el bienestar de la población, elementos vitales que
caracterizan una democracia real.
Hoy nos encontramos con el
doble de inflación, escalada brutal del dólar, endeudamiento desmedido del país
con el FMI, fuga record de divisas, ascenso asombroso del riesgo país, despidos
diarios que generaron un aumento del desempleo, mayor número de pobres e
indigentes, caída vertiginosa del salario real lo que conlleva un menor consumo
y detrimento en la economía, tarifazos en los servicios de gas, luz, agua,
transporte y combustibles, incrementando de esta manera los costos de los
productos, vergonzoso recorte en los haberes jubilatorios y pensiones como así
también menos provisión de medicamentos, menos impuestos a los ricos y menos
derechos a los trabajadores.
Esta lista que podíamos
aumentar, afecta digamos lo que es la parte económica de la gente, pero hay
cosas que por su gravedad nos dan la pauta que estamos ante una democracia
totalitaria, prueba de eso son los opositores políticos presos sin condena,
intimidación a jueces independientes que contradicen en sus fallos los deseos
del ejecutivo, limpieza ideológica en los medios de comunicación y por último
un nuevo protocolo del Ministerio de Seguridad para el uso de las armas de
fuego por parte de las fuerzas nacionales de seguridad.
Hasta aquí el balance desde
una óptica política y económica, ahora entremos en el espíritu navideño, para
ello transcribiré la editorial que publicáramos en la edición de diciembre de
2011, ya que me parece haberla hecho hace unas horas.
¿Cuál es la “magia” de la
Navidad?