“Hay
una sola clase de hombres: los que acumulan riquezas sobre el esfuerzo de
otros"
La frase
del epígrafe si bien no es la cita de ningún erudito que la plasmara para el
devenir histórico, considero es un buen resumen de lo que significa para la
humanidad el pensamiento de quienes sostienen el proyecto socio-económico de
las políticas neo-liberales. Tampoco significa que lo piensen solo los que
integran la clase dominante identificada con los poseedores de riqueza y poder
en el mundo, sino que lamentablemente también lo hacen muchísimos de quienes
forman parte del enorme ejército de explotados en un arco que abarca desde los
más indigentes hasta los autoproclamados “clase media alta”. Expresiones como
“nos dan una mano y después exigimos el brazo entero”, esto en referencia a
distintas conquistas sociales que se fueron logrando en el transcurso del
tiempo y que favorecían precisamente a los dominados por el sistema corroboran
lo que decimos.
También es
cierto que el ser humano durante su convivencia en el planeta nos fue, y sigue
haciéndolo, reflejando que esta situación de desigualdad ha sido una constante
en las relaciones entre los integrantes de la sociedad. Sabemos de la persistente
lucha de trabajadores y trabajadoras, de mujeres, de razas, en fin, de todos
los oprimidos por el sistema que realizaron y siguen realizando para liberarse
del pesado yugo de la esclavitud, aunque ésta no sea reconocida por muchos de
los propios afectados.