BOLIVIA:
DE EVO AL MEDIOEVO
La intención que tenía al pensar la nota editorial de esta
edición era la de esbozar en una breve síntesis esa institucionalización de la
mentira como forma de comunicar al pueblo las “bondades” que este gobierno les
fue brindando durante el transcurso de estos casi cuatro años. Su título iba a
ser: De “pobreza cero” a “hay gato para rato”. Pero los graves acontecimientos que están ocurriendo en
nuestra querida Patria Grande me hizo cambiar el rumbo de este enfoque, en especial
por la situación surgida por el golpe de estado en la República plurinacional
de Bolivia.
Me pareció conveniente por su profundidad basar esta nota en
los conceptos del periodista e investigador argentino Ricardo Ragendorfer, los
que brindara a distintos medios de comunicación.
A modo de introducción ponemos esta frase que de alguna
manera resume su pensamiento sobre este tema:
“El invento más
eficaz que se le puede atribuir al capitalismo es la fabricación de pobres de
derecha. Situaciones
aparentemente distintas como las de Bolivia y el levantamiento popular en
Chile, son fruto de la misma moneda, de la misma desigualdad. De una situación en la cual confluye el desgaste de ese modelo –que
termina explotando- y la necesidad de sus hacedores de restaurarlo por la
fuerza”.
“Por un lado, el proceso del golpe que
comenzó el mismo 20 de octubre en el cual se celebraron las últimas elecciones
presidenciales, trae aparejada una verdadera ‘vuelta de tuerca’ en materia de
desestabilizaciones institucionales, en materia de desestabilización de
procesos democráticos ya que se aleja del modelo de los ‘golpes blandos’ que sucedieron
durante la última década (los derrocamientos parlamentarios de Lugo en Paraguay
y Rousseff en Brasil). Este golpe se asemeja a los golpes militares de los ‘70 puesto
que, si bien todo comenzó con rebeliones de sectores derechistas de la
población rematados por una insurrección policial, el ‘tiro de gracia’ al
gobierno de Evo fue dado por ese ultimátum militar que exigía su renuncia”.
Finalmente, Evo Morales resolvió
presentar su renuncia a la presidencia. “Lo cierto es que en circunstancias
como estas, el pueblo armado enfrentándose sin entrenamiento ni concepción
militar a unidades de combate -ya sea del ejército o de grupos paramilitares
con entrenamiento militar- es algo suicida. Esa actitud (renunciar), que
algunos comparan con la que tomó Perón en 1955 al ser derrocado y que algunos
sectores criticaron, me parece fruto del sentido común. Desde luego hubiese
parecido más heroico que la población resista con las armas y que ‘venza al
enemigo’, pero la correlación de fuerzas no favorece a los
sectores populares en este momento”.
Asimismo, analizó que la renuncia del
mandatario responde a tratar de evitar un baño de sangre popular: “Incluso, la
posición incruenta del gobierno boliviano que acaba de ser derrocado, también
se trasluce en la decisión de Evo de no reprimir a los sectores sediciosos, aun
cuando suponía que tenía las fuerzas policiales a su favor. Eso marca una diferencia
entre la compulsión sanguinaria de Piñera en Chile y la actitud de Evo
Morales”, afirmó trazando un paralelo con la actitud tomada por el mandatario
trasandino al mandar a reprimir las manifestaciones populares.
Cuando se le preguntó si los saqueos y destrozos
que tuvieron lugar en la casa de Morales se podían comparar con los que se
registraron en 1930 en la casa de Hipólito Yrigoyen al ser derrocado por José
Félix Uriburu, Ragendorfer contestó que “sí, y que también se asemeja a La
Noche de los Cristales Rotos en la Alemania de 1938, cuando hordas
ultraderechistas atacaban a personas indefensas o a propiedades de personas
indefensas”.
Durante los últimos días se registraron
quemas y saqueos en casas particulares como la del rector de la Universidad Mayor
de San Andrés o la de la hermana de Evo Morales.
“No es que la violencia e insurrección
se vuelca sólo a edificios institucionales sino que estamos hablando de hogares
de personas inocentes, ataques a familiares o linchamientos callejeros”. En el
último de los comentarios, el periodista hace referencia a lo que ocurrió el
miércoles pasado con Patricia Arce, alcaldesa del municipio de Vinto, a quien manifestantes opositores a Morales
secuestraron, le cortaron el pelo, la escupieron y orinaron, la bañaron de
pintura roja y la obligaron a marchar descalza mientras le gritaban “¡asesina!”. “Son postales que homenajean a las
peores postales de la humanidad en el siglo anterior”.
Para Ragendorfer, los acontecimientos
recientes de esta región del mundo tienen que ver con que el territorio
latinoamericano se convirtió en un lugar de lucha de potencias internacionales
como Estados Unidos, Rusia o China. “De algún modo, Latinoamérica es en los
últimos 30 años -o más, desde las últimas dictaduras militares- un campo de
experimentación de modelos neoliberales que cada tanto hacen eclosión. Supongo
que es eso lo que está pasando en Latinoamérica”.
Analizando el próximo escenario
político latinoamericano, en el que deberán articularse gobernantes más
progresistas -como el que comenzará Alberto Fernández en la Argentina el 10 de
diciembre o el de Andrés Manuel López Obrador en México- con otros más
alineados a ideas neoliberales -como el de Jair Bolsonaro en Brasil o el de
Sebastián Piñera en Chile-, Ragendorfer evaluó que “ya es un escenario bastante
conflictivo porque, además de existir sectores vinculados a grupos económicos
concentrados, medios periodísticos que junto con determinados sectores de los
servicios de inteligencia y de la justicia articulan lo que se ha dado en
llamar la ‘lawfare” (la judicialización de la política), también hay una gran
cantidad de sectores dentro de la sociedad civil que de algún modo consumen de
alguna manera bastante acrítica toda una serie de directivas ideológicas que
emanan de esos factores de poder”.
El gobierno argentino decidió no
calificar de ‘golpe de Estado’ a lo que sucedió en Bolivia. Como contraparte,
Alberto Fernández le pidió a Macri que asile a funcionarios de gobierno de Evo
Morales en la embajada de nuestro país, pero el mandatario aún no respondió.
Acerca de esta especie de ‘doble comando’ al que está sujeto nuestro país hasta
el 10 del mes próximo, Ragendorfer manifestó que “es una situación propia de
una transición política en la cual todavía está el gobierno que se va a ir y no
está en el sillón de Rivadavia el gobierno electo. En ese sentido, es de
esperar que el gobierno actual catalogue el golpe de Estado con un eufemismo
como ‘periodo de transición que se ha abierto por las vías institucionales’. Es
lógico que tal vez la última batalla o el último servicio que el gobierno
actual brinda a sus mandantes es esa indiferencia y esa negativa a descomprimir
la situación no aislando a Evo Morales”.
Reflexión final
Como ciudadanos y ciudadanas de la
Patria Grande que es Latinoamérica, no debemos olvidar que históricamente todos
los imperios han invadido comarcas, regiones y países con el objetivo de
explotar sus recursos naturales, sea la tierra para cosechar alimentos, sea el
subsuelo para la obtención de las riquezas en minerales para el propio
beneficio imperial, hoy ese imperio está camuflado en el poder financiero
internacional, ese que no reconoce banderas ni naciones y que utiliza como
gendarmes a los países que poseen el poderío militar para actuar como último
recurso cuando los pueblos se sublevan ante las agresiones que sufren.
También debemos recordar casos
puntuales de nuestra región: Venezuela posee una de las mayores cuencas
petrolíferas mundiales, además de otros minerales muy codiciados; Chile tiene
el cobre y también un porcentaje importante de litio, tan necesario para las
nuevas industrias y que puede ser el reemplazo del petróleo cuando éste se
agote; Bolivia además de su enorme reserva gasífera, es la que mayor cantidad
de litio posee a nivel mundial; Argentina también es muy rica en este material,
como así también otros de enorme importancia, además de la capacidad de
producir alimentos para alimentar a casi toda la humanidad.
Lo disfracen como quieran, pero este
caos que se va produciendo en nuestro alrededor obedece simplemente a este
insaciable afán de acumular y acumular riquezas, provocando esa desigualdad en
nuestras sociedades que es precisamente el mal mayor que nos aqueja.
No podemos permanecer indiferentes a
esta situación y pensemos con grandeza que el otro es nuestro hermano y a un hermano no se lo debe
odiar sino amar.
Nicolás Salcito
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