RICOS,
PRIVILEGIADOS, DESIGUALES
¿QUÉ QUIEREN LAS ÉLITES DE LA ARGENTINA?
Nos pareció oportuno hacer conocer a
nuestros amigos y amigas la nota publicada por la revista ANFIBIA de la
Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), debido a su claridad en tocar temas
a los cuales desde este espacio muchas veces nos hemos referido. Sugerimos a
ustedes luego de leer el fragmento de la misma que publicamos, accedan a la
nota completa en el sitio que figura al pie de la presente. Con seguridad no
quedarán defraudados:Del poder económico a la elite política
¿Quiénes mandan en este país y qué es
lo que quieren de él? ¿Son los mismos que los de hace 50 o 100 años? ¿Qué poder
tienen? ¿Qué tienen que ver con la democracia? ¿Querrán hacer algo con la
desigualdad? Esta investigación de Paula Bistagnino navega por
el pensamiento y las prácticas de algunxs representantes de las clases
privilegiadas del país y forma parte de un especial latinoamericano editado por
Pere Ortin y con el apoyo del programa de medios y comunicación para América
Latina de la fundación Friedrich Ebert (FES Comunicación).
En el cono sur, en lo más remoto de América Latina, hay un país
extenso que tiene a un tercio de sus 45 millones de habitantes en el 1 por
ciento de su territorio. Una buena parte del resto de su geografía es de naturaleza
diversa y bella, y otro tanto es de campos fértiles y productivos en los que se
cultivan granos y se crían carnes de exportación. Como casi todos sus vecinos,
se independizó hace más de dos siglos de España. Es una república y tiene un
sistema democrático fuerte, aunque joven en su fortaleza si se considera que
hace menos de medio siglo tuvo la dictadura militar más sangrienta de su
historia.
El relato constitutivo de la identidad nacional se construyó
sobre la negación de los pueblos originarios, diezmados y oprimidos por la
colonia y después. Un mito fundacional que perdura y que junto a los amplios
sectores medios alimentan una creencia instalada: es distinto a su región.
Quizá por eso hoy cuesta asumir un índice de pobreza de más del 40 por ciento
que atropella cualquier idea de justicia social. Vaya esta foto algo arbitraria
de la Argentina antes de hacerse algunas preguntas. ¿Quiénes mandan en este
país y qué es lo que quieren de él? ¿Son las de hoy las mismas
minorías privilegiadas que hace 50 o 100 años? ¿Qué poder tienen? ¿Qué tienen
que ver con la democracia? ¿Querrán hacer algo con la desigualdad?
A fines del siglo XIX en la Argentina había una oligarquía terrateniente, que era la minoría privilegiada por excelencia: tenía la suma del poder económico, el control del Estado y ostentaba además ser el modelo cultural, que imitaba a las élites europeas e imponía a las clases medias en ascenso. Pero ya a lo largo del siglo XX se empezó a hablar de clases altas o de burguesías terratenientes e industriales.
La introducción es de Ana Castellani,
doctora en Ciencias Sociales, investigadora, especializada en la relación entre
Estado y élites económicas y una de las creadoras del Observatorio de las
Élites Argentinas (CITRA-UMET): «Hoy se puede hablar de élites económicas en un
sentido clásico para referirse a los sectores que tienen control de los
resortes claves como la acumulación de capital, nacional o extranjero; por otro
lado, hay una élite política con un origen social mucho más heterogéneo que es
la que controla los resortes del Estado; y por último una élite cultural que
está “mucho más estallada” y que no conforma un modelo cultural hegemónico a
imitar».
La conformación heterogénea de la
élite política en la Argentina que señala Castellani rastrea su origen en las
primeras décadas del siglo XX: del derecho al sufragio universal establecido en
1912, surgió el primer movimiento político de masas que llevó al poder a
Hipólito Yrigoyen (1916-1922). Este gobierno elegido por una mayoría fue el
comienzo del desacople de las élites económica y política que, a partir de
1945, profundizó Juan Domingo Perón, y dio origen al mayor movimiento nacional
y popular: «El Peronismo fue el gran «plebeyizador» de la élite política y
marcó una diferencia entre nuestro país y otros de la región. Aparecieron
nuevos sujetos sociales en la élite política: los trabajadores y sus
representantes organizados pasaron a formar parte de las instituciones y del Estado.
Eso, sumado al acceso a la educación
superior de los hijos e hijas de la clase obrera, transformó la historia
reciente del país y la conformación de la élite política definitivamente», dice
Castellani, que puede ilustrar esa trayectoria con su historia de vida: hija de
trabajadores que apenas alcanzaron la educación primaria y algo de la media,
ella accedió a la educación pública y gratuita universitaria. Hoy es secretaria
de Gestión y Empleo Público de la Nación.
La Dirección
Ver nota completa en:
https://www.revistaanfibia.com/que-quieren-las-elites-de-la-argentina/
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