viernes, 9 de julio de 2021

EDITORIAL DE HACIENDO CAMINO JUNIO 2021

 

PONER AL ZORRO A CUIDAR A LAS GALLINAS 

Hay una fábula infantil cuya moraleja reza: “no pongas al zorro a cuidar el gallinero”. Muy zonzo sería el granjero que no le hiciera caso al mismo, pero mucho mayor sería la zoncera de las gallinas si aplauden al zorro y además le creen que las va a proteger.

¿A qué viene a cuento esta cita?, pues es muy propio de los sectores que detentan el poder hacerle creer a la mayoría de la población, que integran los trabajadores (obreros y empleados), los profesionales, los pequeños y medianos empresarios y comerciantes, que quien los va a proteger mejor no es un representante propio sino que eso lo tienen que dejar en manos de quienes ellos decidan, porque lo va a hacer mejor ya que reúne las condiciones para ello, es decir “el zorro” de la metáfora.

La estrategia de los poderosos, integrados por las grandes empresas, sean nacionales o multinacionales, es utilizar a los monopolios mediáticos para ir moldeando el cerebro de los oyentes para que nos formemos la opinión que ellos quieren imponer, de esa forma nuestras neuronas estarán siempre dispuestas a defender los privilegios de ellos como un acto reflejo, aunque sean contrarios a los nuestros.

Para lograrlo van demonizando a las herramientas y a las personas que son las que nos pueden llevar a incluir en los lugares donde se toman las decisiones a nuestros propios representantes. De esta manera oímos decir: “la política y el sindicalismo son cosa mala, llena de corrupción”, “Fulano es uno de los gordos de la CGT y tiene más plata que los ladrones”, “Mengano es un piquetero y un puntero político que maneja mucha plata de los planes”, etc., etc., etc. Entonces nosotros nos vamos convenciendo que participar en un sindicato o en un partido político no es conveniente, que nos perjudica, que me voy a convertir en un corrupto, y cosas por el estilo. Entonces ellos, utilizando a los oportunistas de nuestro propio lado, nos van encerrando cada vez más en nuestras casas, salimos sólo para votar de vez en cuando y les dejamos el campo orégano para que “nos representen” y nos protejan. ¡Las gallinas aplaudiendo y el zorro feliz!

¿Cuáles son los lugares donde se toman las grandes decisiones que nos afectan a todos? Precisamente los cuerpos representativos del pueblo en su conjunto, es decir las Legislaturas provinciales y en mayor medida el Parlamento Nacional. Podemos citar dos casos testigos que sucedieron en uno y otro y que afectaron derechos de muchos y beneficiaron a pocos. Uno fue en la Legislatura de la Provincia de Córdoba con la Ley de Bosques, tiene tantas contras para la mayoría de la población que la Universidad Nacional de Río Cuarto presentó ante la Suprema Corte de Justicia el pedido de inconstitucionalidad de dicha ley, y la Universidad Nacional de Córdoba acudió ante el Defensor del Pueblo de la Nación. ¿Quiénes se beneficiaron con este instrumento legal? El sector de los agronegocios, ¿les suena el término?

El otro sucedió hace unos años en una de las comisiones del Senado de la Nación, donde se estaba tratando un despacho para fijar posición en un proyecto de ley que rebajaba la edad jubilatoria a los trabajadores rurales a 57 años. ¿Quiénes se negaron a firmar el despacho? Dos senadores por Jujuy adherentes al Peronismo Federal de Duhalde y otros dos más, uno de ellos Carlos Reutemann, también del P.F., pero todos ligados a los agronegocios. Claro el proyecto establecía el aumento en tres puntos de los aportes patronales para que pueda ser viable.

Los empresarios de los agronegocios (el campo) salieron masivamente a la

superficie en oportunidad de la Resolución N° 125, ¿se acuerdan?, cortaron todas las rutas del país durante 100 días, provocaron cierto desabastecimiento, hasta hubo algún muerto porque no dejaron pasar a una ambulancia, pero ¡oh sorpresa!, los medios masivos no los catalogaron de piqueteros, mucho menos de estar provocando un golpe de estado, no, nada de eso, todo lo contrario, eran ¡PATRIOTAS! ¿Pueden recordar cuantas “gallinas” no solo aplaudieron sino abrazaron al “zorro” en aquel momento? La estrategia de la utilización de los medios masivos de comunicación no falló, si bien creo que llegaron al punto máximo, de allí comenzó de alguna manera la declinación. Muchos de los que aplaudieron comenzaron a recapacitar y especialmente a pensar por su propia cuenta y hoy descubrieron el juego del “zorro”.

El “zorro” y la inflación

La economía de mercado controla todo el espectro del movimiento de fabricación, distribución y los precios de los productos éste, el mercado, se comportará lo mismo que las categorías de la ley del gallinero, el que está arriba perjudica al que está más abajo. En nuestro editorial del mes pasado mencionábamos el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, mediante el mismo, además de una retribución justa de los trabajadores y otros derechos laborales y sociales, estipula “la participación de los mismos en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección” (textual). Por lo que sabemos es letra muerta, ya que nunca se conoció de alguna empresa que incluyera a sus trabajadores en estas funciones y beneficios.

Este sistema económico de mercado tiene algunas reglas que en apariencia beneficiarían al factor humano del trabajo: Las negociaciones paritarias, donde patronales y sindicatos negocian aumentos de salarios y algún que otro beneficio; y el salario mínimo, vital y móvil, mediante el cual nadie debería tener un sueldo inferior al mismo. ¡¡¡Buenísimo, dos golazos para el campo popular!!!

Ahora me hago una pregunta, trasladándoselas a quienes con cariño y aprecio leen nuestras notas: ¿Alguna vez escucharon que haya normas similares a las mencionadas que regulen la rentabilidad empresarial?

Está claro entonces que el mercado regula siempre en beneficio de la clase capitalista, nunca para favorecer a la clase “proletaria”, en la que incluyo a todos los que no formamos parte de la elite empresarial, sea cual fuere la función que cumplamos en nuestra tarea cotidiana que, por supuesto ayuda mucho a que esos “capitalistas” engrosen sus arcas mediante nuestro esfuerzo, sea físico o intelectual.

Nuestro querido dios mercado, tampoco deja de diferenciar a las dos clases sociales que mencionamos respecto a la recaudación impositiva, ya que los “capitalistas” pueden abonar los honorarios necesarios a profesionales que les ayuden a evadir impuestos (no por cifras que podrían pagarse con moneditas), a diferencia de ello, “los proletarios” estamos obligados a abonar toda la carga impositiva que nos corresponde, con una gran diferencia, a ellos no les corren multas o recargos por incumplimiento, a nosotros sí.

A modo de simple reflexión

Aún queda mucho camino por andar. En las Legislaturas provinciales y en el Parlamento Nacional tienen representación todos los sectores del poder económico-financiero, podríamos hasta sospechar que los tienen también los narcotraficantes y otros por el estilo, pero no hay presencia de los pequeños empresarios y comerciantes, los profesionales y mucho menos de los trabajadores. Cuando dirigentes de las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) o de la CGT proponen que sus representados deben ocupar alguna banca en el Congreso, ¡ay!, cuántos se rasgan las vestiduras, triste, pero da más tristeza escuchar el aplauso de muchas “gallinas”, el “zorro” más feliz que nunca.

 

Nicolás Salcito

Ver la publicación completa en:

www.haciendocamino.com.ar/hc-170.pdf

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