Tú -si tienes alguna responsabilidad
intelectual, o sea, que difundes opiniones o pensamientos- estás influyendo en parte alguna a la sociedad,
estás sembrando en ella
por lo que en concreto
difundes y creas de cultura; por lo tanto, dependiendo de tu sembrar, habrá
siempre unas consecuencias -siempre las hay- o unos frutos. Sí, lo que no puedes eludir es que, sembrando irracionalmente,
pretendas atribuirte frutos de racionalidad; que, sembrando no
apoyos al que se esfuerza racionalmente, pretendas atribuirte frutos de
racionalidad -o de ética-; que, sembrando censuras y ninguneos totalmente
injustos de indignidad, pretendas ir de no
equivocado -y de
exento en complicidad- ante las consecuencias -siempre las hay- que creas de
manipulación y de graves daños de un mal ejemplarizar la cultura o de no
mejorarla.
Sembrando
con indiferencia, con no reconocer, con no
saber valorar, con
ninguneo al que demuestra, con intolerancia -no dignificación-, etc., no puedes recoger
fruto ni de ética ni de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario