HABÍA UN PUEBLO FELIZ,
PERO PASARON “ALGUNAS COSAS”
Cuando el pueblo de un país se siente
con felicidad porque tiene trabajo, pudo llegar a la casa propia, a tener su
primer automóvil, sus vacaciones anuales (en muchos casos por primera vez), que
sus padres ya mayores pudieron acceder al beneficio de la jubilación, que sus
hijos están prevenidos contra enfermedades gracias a un plan de vacunación, que
si no tiene trabajo la madre obtiene un subsidio por hijo para ir atemperando
las necesidades básicas, que los hijos pueden concurrir a la escuela, donde
además se les proporcionan elementos para ayudar a los conocimientos (ej.: las
note-boocks), que le está asegurada la salud a toda su familia y así tantas
cosas que sería largo de enumerar y que hacen a un mejor nivel de vida de la
mayoría de la población aunque hubiera aún déficit sobre algunas cosas. En
estas circunstancias ese pueblo vive y celebra acontecimientos importantes,
como las fechas denominadas patrias, con devoción a los símbolos que precisamente
representan a la Patria. Así sucedió hasta que desde hace un par de años
pasaron “algunas cosas” en el país, detallaremos tres hechos ocurridos en
distintos momentos de nuestra historia reciente para refrescar la memoria
colectiva.
200 años no es nada
La
celebración por los 200 años de la patria fue una verdadera fiesta popular como
nunca se había visto. Más allá de las banderas políticas e ideológicas de cada
ciudadano, fue la bandera nacional, más celeste y blanca que nunca, la que ganó
las calles de todo el país y capturó la atención de los 42 millones de
habitantes de la Argentina.
El
sentimiento de nacionalismo atrajo a todas las generaciones por una misma
causa: festejar los primeros doscientos años de nuestra historia, en la que no
faltaron aciertos y errores, como sucede siem
pre en la vida de las personas, de
los países, de los procesos históricos.
Los
festejos del Bicentenario tuvieron lugar no sólo en Buenos Aires, sino también
en cada una de las ciudades y localidades de nuestro bello país. Y su
repertorio incluyó homenajes, desfiles, invitados especiales, danzas y
espectáculos de músicos y artistas populares, y exhibiciones que invitaron al
recuerdo popular y a la nostalgia colectiva.
DÍA DE LA BANDERA – PROMESA DE LEALTAD A LA
INSIGNIA PATRIA
En nuestro país,
es una tradición que los chicos que se encuentran cursando su 4° grado realicen
su Promesa de Lealtad a la Insignia Patria. A diferencia de lo que sucede con
los militares que juran, los civiles realizan una Promesa en defender los valores
que la Bandera simboliza: Libertad, Igualdad y Solidaridad.
El 12 de junio de
1993 se realiza por primera vez la toma de Promesa al Colegio Santa Catalina
(provincia de San Luís), en la Galería de Honor de las Banderas de América.
Durante dos décadas, los actos de Promesa eran organizados en grupos reducidos,
pero desde el 2013, la Dirección General del Monumento emprendió una propuesta
con el objetivo de multiplicar las voces para que miles de chicos puedan
identificarse en un mismo color, en un mismo lugar, en una misma bandera, que
los representa y los une a lo largo de todo el país. Con una puesta en escena
que integra lo ceremonial con intervenciones artísticas y temáticas, en el
Patio Cívico, la propuesta se extiende en el mes de agosto con una jornada más
tradicional en la Galería de Honor de las Banderas.
Además el acto
central de esta conmemoración se realiza frente al Monumento a la Bandera en la
ciudad de Rosario, por supuesto presidido por el Presidente/a de la Nación.
Esta tradición se quebró el presente año ante la decisión voluntaria del actual
primer mandatario.
Para concluir esta
nota me pareció de mucha utilidad, transcribir un análisis escrito por el padre
Víctor Saulo Acha, integrante del Movimiento Sacerdotal Enrique Angelelli para que la reflexionemos juntos:
SU AUSENCIA NOS HONRA
“El 20 de Junio, como
el 25 de Mayo, el 9 de Julio, el 17 de Agosto…nos identifican como Nación
porque expresan las figuras y las gestas más significativas de nuestro
nacimiento como país.
Hace 208 años la hoy
Plaza de Mayo era escenario de un estridente grito allí esbozado y luego
repetido a lo largo de estos siglos…Libertad! Libertad! Libertad!
Escenario amplio, libre, acogedor del pueblo con sus más legítimos reclamos, la Plaza también fue escenario de una matanza y luego del clamor silencioso, doloroso, angustiado y a la vez esperanzado y militante de las Madres, que reclamaban liberar del olvido y del anonimato a los hijos que cruelmente fueron proclamados “desaparecidos”.
Escenario amplio, libre, acogedor del pueblo con sus más legítimos reclamos, la Plaza también fue escenario de una matanza y luego del clamor silencioso, doloroso, angustiado y a la vez esperanzado y militante de las Madres, que reclamaban liberar del olvido y del anonimato a los hijos que cruelmente fueron proclamados “desaparecidos”.
Esa Plaza
fundamentalmente es símbolo del grito por la vida y la libertad del pueblo
argentino, pero este 25 de Mayo fue encarcelada, aprisionada por increíbles
barrotes que aislaron al presidente y su equipo e impidieron la presencia del
pueblo en ella.
El mismo presidente
que hace un año, para el 20 de Junio 2017 asistió al acto en el Monumento a la
Bandera en Rosario, también aislado del pueblo.
Hoy en este día de
la Bandera, aniversario de la muerte de uno de los próceres indiscutidos de la
Patria, el General Manuel Belgrano, el Presidente no recurre ya a las rejas,
directamente renuncia a presidir el acto celebratorio de este paradigma de la
liberación y su signo mayor la bandera.
La decisión
presidencial es coherente, porque él ya está ausente del escenario popular;
porque ha sincerado con sus decisiones su encerramiento en la cárcel del poder
que es la causa de la crisis más profunda acontecida en estos dos siglos;
porque su presencia no es signo de liberación sino de complicidad con los
organismos opresores; porque con muchos de sus colaboradores son ciudadanos de
las guaridas de los paraísos fiscales y no de este suelo amado que se llama
Argentina; porque no representa el sentimiento nacional ni se identifica con
las esperanzas del pueblo.
Gracias Presidente,
su ausencia nos honra.
Y como su gobierno
no piensa gastar dólares en enrejar todas las calles y plazas del país,
saldremos a las calles y a las plazas para honrar con nuestros reclamos y
gritos de ¡libertad! las fechas y los próceres de la Patria y sobre todo
honraremos nuestra propia dignidad reclamando nuestros legítimos derechos.”
welcomeargentina.com
monumentoalabandera.gob.ar
La Dirección
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