EL DEBER
CIUDADANO DE VOTAR
El año 1973 estuvo marcado por el
esperado retorno de la democracia que traía a la sociedad argentina profundas expectativas. En La Rioja el ejecutivo provincial
es asumido por Carlos Menem quien representaba territorialmente al peronismo.
Frente a las elecciones Angelelli destina unas palabras al pueblo riojano, para
convocarlos a una elección con conciencia social, pero sobre todo pensando en
los más pobres.
“Votar no consiste solamente en
depositar una “papeleta” en una urna para un determinado partido. Votar no
significa cumplir un deber cívico para evitar una infracción a la ley. Votar no
es tratar de congraciarnos con un posible futuro gobernante para conseguir una
“ventaja” personal. Votar es hacer y construir nuestra propia historia
argentina y riojana. Es poner el “hombro” para que como pueblo no se nos
considere solamente en las urnas sino el gran PROTAGONISTA Y ACTOR en la
reconstrucción de la Patria y de La Rioja, en nuestro caso. Es para eliminar
las causas que engendran injusticias, miserias, odios, éxodos obligatorios. Es
para eliminar las causas que ocasionan niños desnutridos, hogares en la permanente
inseguridad por el pan de cada día…”
Quiero a partir de este
mensaje de Enrique Angelelli realizar algunas reflexiones sobre lo que sucede
en el seno del Movimiento Nacional y Popular en la provincia de Córdoba; haciéndolo
desde mi humilde lugar de militante de dicho espacio y que en los tiempos en
que Angelelli pronunciaba estas palabras, conformábamos un núcleo de
resistencia en la oscuridad de la noche más larga que soportó el pueblo
argentino, el de la última dictadura. A mi llegada a la provincia de Córdoba,
en el año 1983, me integré inmediatamente al peronismo en mi flamante pueblo,
actuando en la actualidad con la misma convicción y coherencia de toda mi vida
de militancia, por supuesto con aciertos y errores como todo ser humano.
Desorientación de la
“dirigencia” peronista cordobesa
El grupo dirigente del
espacio Nacional y Popular se vio de pronto desconcertado ante la ausencia de
una lista de candidatos representativos del sector para compulsar en las
elecciones provinciales. Considero que este desconcierto se debe a que se
desconoce, o en algunos casos se olvida, la historia profunda del peronismo, en
este caso en el plano electoral. No pudimos compulsar en elecciones por no
tener lista, no por incapacidad propia, sino porque estábamos proscriptos, esto
fue durante 18 años. Sin embargo, el pueblo peronista se hizo sentir en las
elecciones que se dieron en esa coyuntura. Paso a refrescar la memoria con las
cifras de dichos eventos partiendo del llamado a una Convención Constituyente
durante “la fusiladora”, en el año 1957, los votos en blanco sumaron 2.115.861 (24,31%),
En 1958, donde la fórmula
presidencial integrada por Frondizi-Gómez de la Unión Cívica Radical
Intransigente se impuso con el apoyo de un sector del peronismo por un acuerdo
secreto con el propio Perón, con el 69,43%, derrotando a la fórmula de la Unión
Cívica Radical del Pueblo conformada por Balbín-Del Castillo, que auspiciaba el
gobierno de facto, que sacó el 29,48%; votos en blanco de otra parte del peronismo 836.658 (9,74%) y
abstenciones 2.579.765 (14,39%). Frondizi fue derrocado el 29 de marzo de 1962.
En las elecciones de
1963, el binomio Illia-Perette triunfó con un 35,29%, en esta oportunidad los votos en blanco fueron 1.884.435
(19,41%) y los nulos 173.696 (1,79%). Illia fue depuesto el 28 de junio de
1966.
Al levantarse la
proscripción del Movimiento Nacional y Popular, los guarismos el 11 de marzo de
1973 fueron los siguientes: Cámpora-Solano Lima (FREJULI) 49,56%; Balbín-Gamond
(UCR) 21,29%.
El mismo año, pero el 23
de setiembre, la fórmula Perón-Martínez triunfó con el 62,85%, la UCR con
Balbín-de la Rua alcanzó el 24,42%
El Partido Justicialista
en Córdoba
Los sectores
revolucionarios y progresistas de todo el país también sufrieron el embate del
trágico lopezrreguismo, Triple A incluida. El gobierno popular surgido en la
provincia de Córdoba en 1973 no pudo cumplir el mandato precisamente por esa
derechización del partido que culminó con el tristemente célebre “navarrazo”.
Ese empujón hacia la derecha hizo que el partido sea funcional a las políticas
de ese sector y en rápido recorrido podemos afirmar que su actual status es el
que denominaron “el cordobesismo”.
La estructura partidaria
se cohesionó en esta premisa y quienes disentíamos, con un pensamiento más
progresista, no tuvimos otra opción que buscar un espacio para poder militar
políticamente. Así se adhirió a partidos ya constituidos o se formaron otros,
también surgieron grupos y agrupaciones que sirvieron a ese propósito.
Lamentablemente caímos en la debilidad y los vicios de la “partidocracia”,
olvidándonos que somos un movimiento, entonces se inició la creación de
“quintitas personales” que transformaron estos espacios, en su mayoría, en
grupos cerrados y sectarios perdiéndose la militancia en las bases populares,
acordándonos de ésta solo en épocas electorales. Así copiamos del sistema tener
“la dirigencia” en la capital y los “sacristanes” en los barrios y pueblos del
interior que esperaban las directivas del sultán capitalino que, ¡oh sorpresa!
siempre estaba en contacto con el faraón de Buenos Aires. La imaginación, la
fuerza y la acción política y social en el territorio se nos fue a la banquina.
Si a esto le agregamos la
falta de formación histórico-política de los movimientos que generaron y fueron
adaptando a cada época el Movimiento Nacional y Popular, podremos entender
porque estamos en la situación que hoy nos toca transitar.
#Hay otro camino
El peronismo siempre fue
travieso y su comparación con “el Ave Fénix” no es caprichosa y por lo tanto se
asoma, vuelve y triunfa, pero esto no sucede por arte de magia, conlleva
esfuerzo, esperanza y fe en el pueblo trabajador. Debemos rescatar la célula esencial
para la tarea militante: la Unidad Básica, que no debe ser un local que se abre sólo para las
elecciones, no es necesario tener un lugar físico porque la UB está conformada
por todos los compañeros y compañeras reunidos para formarse, planificar
acciones políticas y sociales en la comunidad en la que está inserta, nos
podemos reunir en la casa de alguno de los integrantes, en la orilla del
arroyo, en la plaza, lo importante es la comunión de ideales que nos lleven a
mejorar la vida de los vecinos del barrio, del pueblo en el que vivimos y
crecer nosotros como personas.
Es muy importante nuestra
participación en las instituciones intermedias de nuestra comunidad, allí
podemos adquirir experiencia en la toma de decisiones colectivas y aportar
nuestros conocimientos para beneficio de los destinatarios del objetivo social
de la entidad.
El vecinalismo es otra de
las cosas casi dejadas de lado para conformar un núcleo político con
aspiraciones de ser gobierno en la comunidad, allí nos integraremos con vecinos
que pueden provenir de diversas vertientes políticas, pero que coincidan en lo
básico para desarrollar la tarea, lo que hará que nos fortalezcamos en los
principios y valores para proponernos a la sociedad en su conjunto como
alternativa electoral.
¿A qué nos enfrentamos?
Nuestro enemigo común es
el neo-liberalismo imperial que no permite que en nuestra Patria haya una
distribución justa y equitativa de la riqueza con aquellos que la producen, la
clase trabajadora. Debemos por lo tanto observar, analizar y debatir las
actitudes de los que hoy se denominan dirigentes y aquellos que han accedido a
funciones públicas sean coherentes con los valores y principios fundamentales
de nuestro Movimiento, en especial en lo que hace a la justicia social.
Quiero finalizar este
ensayo reflexivo con una pregunta con respuesta abierta, para meditarla en la
soledad con nuestra conciencia:
Se presentan en nuestra
provincia como candidatos a cargos electivos muy importantes, un diputado
nacional que votó proyectos del gobierno nacional por los cuales se conculcaron
derechos a los jubilados y a los trabajadores, un gobernador que instruyó a los
legisladores nacionales para actuar de igual manera. ¿Debo darles mi apoyo?
Pascua de Resurrección
El domingo 21 de abril
los cristianos celebramos la Resurrección de Jesús, el hijo del carpintero de
Nazaret, aquél que dio lo más valioso de sí para la liberación de los oprimidos,
de todos nosotros y especial por los más vulnerables.
Actualicemos su mensaje y
testimonio para que en nuestro entorno familiar y social concretemos aquello de
que “la Patria es el
otro”.
Aunque la casa no esté
tan en orden, Felices Pascuas para todos nuestros amigos y amigas.
Nicolás Salcito
No hay comentarios:
Publicar un comentario