TRAGEDIAS CON “PEDIGREE”
“Vaya por delante que el incendio
de Notre Dame ha sido un fatídico suceso que a nadie debiera dejar indiferente.
Pero la cobertura informativa y el aluvión de donativos dejan claro que hay tragedias con “pedigree” y hay otras de las que nadie se acuerda o ante las que se
tuerce el rostro, porque son problemas demasiado vergonzantes.
Mientras que en doce horas se han
recaudado setecientos millones de euros para restaurar un edificio, no hay
dinero para nada: mueren miles de niños de hambre al día y se siguen vertiendo
al mar cientos de kilos de plástico por segundo.”
Esta reflexión que he tomado de feadulta.com servirá de
disparador para extender a otras actitudes sociales que confirman que
verdaderamente hay demasiadas “tragedias con pedigree”, sin contar las
horrorosas acciones bélicas de las potencias poderosas contra los pueblos
indefensos, como el caso de Siria, de Palestina y más. Ningún gobernante de
estos países que se arrogan ser los gendarmes del mundo ha sido denunciado
públicamente como los verdaderos genocidas que son.
Los animales con pedigree por supuesto merecen en la sociedad una distinguida
categorización, de aquí la utilización del vocablo para identificar a los
favorecidos ante diversas eventualidades que les suceden en la vida.
Esta actitud social la podemos identificar como una doble vara
para medir la misma cosa.
La doble vara de medir
Esta actitud viene desde muy antiguo, como prueba la frase
evangélica sobre quienes ven la paja en el ojo ajeno, sin percibir la viga en
el propio.
El
poeta Campoamor escribió que «todo es según el color del cristal con que se
mira» y nuestro idioma común está repleto de expresiones del tipo «doble vara
de medir», especialmente lo comprobamos a diario en las opiniones que vierten
los comunicadores sociales por los medios masivos de comunicación, sean
escritos, orales o televisivos; ni hablar de la justicia: en nuestro país en
plena democracia existen presos políticos, sabemos que algunos exfuncionarios
del gobierno anterior hoy están con prisión preventiva mientras que las
acusaciones en su contra aún no permitieron una condena firme. Entre ellos
tenemos a Amado Buodou, Julio de Vido y el caso más emblemático Milagro Sala,
la dirigente social que ya lleva más de tres años presa. Sin embargo por
denuncias y causas similares ningún funcionario ni partidario del oficialismo
gobernante sufre ni siquiera una amonestación por su conducta.
Se habla de “doble vara
de medir”, en una disputa para hacer referencia al tratamiento
dispar, oneroso para una de las partes, que sufre un juicio o una
evaluación mucho más severa que la otra.
Distribución
del ingreso y la riqueza a nivel mundial
Escribe Bernardo
Lischinsky (En las Voces del Fénix):
“La desigual distribución del ingreso y
la riqueza a nivel mundial es la responsable de generar y aumentar todo otro
conjunto de desigualdades que no hacen más que cercenar derechos de quienes
menos tienen y aumentar la fortuna de los beneficiarios del sistema. Los
Estados son los principales responsables de romper este círculo perverso, y la
política fiscal es una de sus mejores armas para lograrlo. En estas líneas, una
clara explicación de los procesos que nos llevaron a estar como estamos.
‘Que el mundo fue y será una porquería, ya lo
sé, en el 510 y en el 2000 también’, escribía Enrique Santos Discépolo en 1934
durante la década infame. Sin conocer este tango, en boca de cualquier
adolescente podemos escuchar que el mundo es, no ya una porquería, sino
injusto. Han visto morir a otros niños y niñas y adolescentes por hambre,
también jóvenes y adolescentes han visto morir a sus hermanos y hermanas y
compañeros y compañeras por enfermedades curables y prevenibles y en naufragios
en que cientos de miles tratan de escapar de la muerte por guerras y pobreza y
en las guerras y por la pobreza misma.
Cuando se analizan estas injusticias se ve
que todas tienen que ver, en una interrelación de causas, con una a su vez injusta
distribución del ingreso y de la riqueza no solo a nivel de los países sino
también mundial. Por ejemplo, en los países de menores ingresos, 4 de cada 10
muertes ocurren en menores de 15 años y la mayoría son evitables. En un mundo
que produce alimentos para alimentar a toda la población mundial nadie moriría
de hambre si esos alimentos estuvieran distribuidos adecuadamente. Solo el
equivalente de lo que se gasta en alimentos para perros y gatos o en dietas
para adelgazar sobra para alimentar a la población mundial que pasa hambre.
Según la Organización Mundial de la Salud, la
primera causa de muerte entre los 5 y 14 años son las infecciones de las vías
respiratorias, la mayoría evitables con tratamientos adecuados que en la
mayoría de los casos no alcanzan a los sectores de menores ingresos.
La desigual distribución del ingreso y la
riqueza en un entramado de interconexiones que se potencian en un círculo
vicioso lleva a su vez a desigualdades de acceso a la educación y la
capacitación, la salud, la vivienda, la tierra, las oportunidades de trabajo,
el conocimiento, la cultura, el deporte, el transporte, la tecnología, las
instituciones, el financiamiento, el acceso a servicios de agua y cloacas,
electricidad, gas u otras energías, y las comunicaciones, entre otros. En fin,
estos accesos no se solucionan totalmente, aunque se alivian con una mejor
distribución del ingreso y de la riqueza que ayuda a comenzar a romper ese
círculo perverso.
¿Cuál
es la diferencia entre ingreso y riqueza?
Muchas veces la distribución del ingreso y de
la riqueza se usan de manera indistinta, sin embargo no son lo mismo. El
ingreso es un flujo de dinero que se recibe en muchos casos mensualmente, como
por ejemplo un sueldo, o una vez por año en el caso de la venta de una cosecha.
La riqueza es un stock, que se puede definir como la suma de
activos, todos los bienes o patrimonio que una persona posee, menos pasivos,
todo lo que una persona debe. Por ejemplo, una casa o un departamento sería el
bien, menos, si están hipotecados, lo que falta pagar de la hipoteca: esa sería
la riqueza de una persona o su capital si no tuviera otros activos. Los activos
pueden tener la forma de bienes físicos, como un campo, un comercio, una
fábrica o un camión, o de activos financieros, como acciones, bonos del
gobierno, depósitos en bancos, por ejemplo, menos los préstamos que pueda
tener, y todo ello constituiría capital o riqueza.
Otro dato: el 10
por ciento de la población más rica del mundo posee el 87,7 por ciento de la
riqueza mundial, solamente el 1 por ciento de la población mundial más rica,
acumula más riqueza que el 99 por ciento restante, o sea, poseen más del 50 por
ciento de la riqueza mundial. Entonces, cuando se habla de distribución de la
riqueza se está hablando de la distribución del capital entre la población y
por eso siempre se dice que la riqueza está mucho más concentrada que el
ingreso, porque buena parte de la población no tiene capital o bienes
significativos y mucho menos activos financieros, y entonces sus ingresos solo
dependen de su trabajo, si trabaja, o de asignaciones de programas sociales, si
las recibe.
Algunas
causas
En muchos países como en la Argentina, tanto el
libre comercio y la libre movilidad de capitales como también los impuestos a
la riqueza, incluidas las herencias, la protección de los trabajadores, la
necesidad redistributiva y de bienestar social, se han movido a la derecha
favoreciendo a la población de más altos ingresos y mayor riqueza. Y lo que
antes eran impuestos progresivos y políticas sociales se han desmantelado o se
están desmantelando paulatinamente, y entonces tanto la estructura impositiva
como el gasto público se convierten en factores que contribuyen a la
concentración. A eso se suma la evasión y la elusión impositiva a partir del
auge de los paraísos fiscales que no solo se encuentran en Panamá y en algunas
islas tropicales. Se encuentran dentro mismo de Europa, Inglaterra o Estados
Unidos.”
Como
decimos habitualmente, para reflexionar.
Nicolás Salcito
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