Para los niños y
jóvenes scouts hablar de que hace 40 años se instauró en Argentina el período más oscuro del siglo XX, donde miles de
jóvenes fueron víctimas del terrorismo de Estado que los secuestro, torturó,
violó, entregando a sus hijos a otras familias, para
finalmente “desaparecerlos” enterrándolos en fosas comunes o tirándolos vivos
y drogados desde aviones en medio del mar, puede parecer una simple clase de
historia que se da en la escuela.
Si
hablamos de Memoria, Verdad y Justicia es porque es necesario recordar, conocer
la verdad de lo ocurrido y juzgar a quienes cometieron los delitos de lesa
humanidad. En este punto más allá de las opiniones, los argentinos estamos
satisfechos ya que por más que haya costado tiempo somos el único país en
el mundo que ha llevado a juicio a cada uno de los responsables de las
muertes sin importar el rango que ocupaban en las fuerzas armadas… la única
deuda es respecto de los responsables civiles, muchos de ellos grandes
empresarios.
Mi hijo menor, scout en
un grupo donde 4 scouts fueron víctimas de la dictadura militar, a veces me
pregunta ¿qué pasó en el país? Y me interrogo si se refiere solo a los
hechos o cómo puede entenderse qué hace que esas cosas ocurran?. El
silencio no puede vencer, hay que impugnarlo, quizás por eso desde hace algunos
años gracias a internet comencé a recolectar datos de quienes eran los
desaparecidos quehabían sido scouts… la asociación scout no quería saber nada
de ello aunque cuando era conveniente por el contexto político, para el 24 de
marzo emitía un comunicado general. Conocía solo unos pocos, pero con el tiempo
fueron apareciendo cada vez más… incluso en esta semana encontré nuevos
datos… y se que faltan muchos más por distintos comentarios que he recibido en
la búsqueda que he venido realizando, junto con otros que compartimos el
material.
Gracias a lo investigado
me han llegado noticias de que algunos grupos se han encontrado con que
había hermanos desaparecidos, incluso en algunos casos fueron recordados en sus
lugares… otros aún hoy prefieren no querer saber nada de esto. En quienes se animaron
a encontrarse con parte de su historia pudieron reencontrarse con su
comunidad, reconocerse en un tiempo donde impotentes hicieron silencio,
volver a conversar de cómo eran, que hacían, cuáles eran sus sueños. En algunos
casos hijos de victimas del terrorismo de Estado se encontraron con una
parte de la historia de sus padres llena de vida, ya no en blanco y negro
como las fotos que eran usadas décadas atrás para preguntar si los habían
visto, fotos anudadas al terror y no a la vida. Ellos comenzaron a tejer
relaciones con los grupos scouts a los que habían pertenecido sus padres, en
algunos casos se hicieron homenajes conjuntos ¡pudieron conocer por otros cómo
eran cuando estaban vivos!… qué les gustaba, a qué jugaban, quien era genial en
el escalpo, algunos relatos de patrulla…
Recordar que estos
jóvenes victimas del terrorismo de Estado eran parte de sus comunidades es
devolverles dignidad a ellos, a su comunidad que rompe el silencio, a los
amigos que a veces por cuestiones de la vida nunca habían podido hablar de lo
sucedido, a los hijos de quienes hoy no están. El juicio de la justicia es un
paso importantísimo porque los criminales han sido y estan
siendo condenados, pero no alcanza con recordar quienes los mataron
sino cómo vivieron, hacerlos aparecer en nuestros relatos porque eran
scouts en nuestros grupos, en nuestras instituciones, y en el escultismo
encontraron la orientación de servir a los otros… otra discusión es si algunos
equivocaron el camino o no, pero no tuvieron ningún tipo de oportunidad de ser
juzgados y condenados por hacer una marcha para pedir boleto estudiantil
gratuito, escribir consignas en las paredes y en algunos casos (pocos por lo
que he investigado) hacer uso de las armas en función de sus ideas políticas,
lo que tampoco justifica que un Estado asesine.
Si quieren conocer a
algunos de ellos, algunas historias pueden visitar el Blog Homenaje a Guías y
Scouts Victimas del Terrorismo de Estado en argentina.
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