Sin
sentencia firme, Fanchiotti podría quedar en libertad
denunciamos
el accionar de la justicia, que a puertas cerradas avanzó en la impunidad
Seis años
después de ser condenado a cadena perpetua el ex comisario Alfredo Fanchiotti,
condenado por el homicidio de Darío y Maxi, no tiene sentencia firme, por lo
cual se habilitó que el ex policía sea trasladado Unidad Penal Nº 11 de Baradero, una cárcel con
régimen abierto en donde los presos llegan como un beneficio en la última
etapa de su condena, con posibilidad de salidas transitorias y una futura
liberación.
Los familiares de Darío Santillán y sus compañeros de militancia denunciamos la impunidad que permite que seis años después el asesino de Darío y Maxi no tenga sentencia firme y repudiamos la decisión judicial de permitir su traslado a una cárcel de régimen abierto.
Los familiares de Darío Santillán y sus compañeros de militancia denunciamos la impunidad que permite que seis años después el asesino de Darío y Maxi no tenga sentencia firme y repudiamos la decisión judicial de permitir su traslado a una cárcel de régimen abierto.
PRENSA.
- Carina López Monja 15.5605.6238
CONTACTOS.
- Alberto Santillán (padre de Darío), 15.5603.5256
- Leonardo Santillán (hermano de Darío, militante del Frente Darío
Santillán), 15.3006.9052
- Darío
Santillán), 15.5824.4478
-
Federico Orchani (vocero del Frente Popular
Darío Santillán), 15.5695.5701
- Daniela
Ramos (vocera del Frente Popular Darío
Santillán), 0221.15.545.0274
- Zulema Aguirre (vocera del Frente Popular Darío Santillán), 15.6830.3902)
- Zulema Aguirre (vocera del Frente Popular Darío Santillán), 15.6830.3902)
A 10
años, premian al masacrador del Puente Pueyrredón
El ex comisario Franchiotti trasladado a un penal de régimen abierto,
mientras la causa que investiga a los responsables políticos fue archivada.
Desde el pasado
jueves 14 de junio, el ex comisario Alfredo Franchiotti goza de un régimen
carcelario abierto y de reinserción social, destinado a presos que estén cumpliendo
la última etapa de su condena y que hayan demostrado buena conducta.
Franchiotti, condenado a cadena perpetua, es el ejecutor de los asesinatos de
Darío Santillán y Maximiliano Kosteki en la Masacre del Puente Pueyrredón,
ejecutada el 26 de junio de 2002, cuando el gobierno de Eduardo Duhalde
organizó una represión fulminante contra el movimiento piquetero que reclamaba
por sus derechos. El ex comisario fue premiado, a una semana del décimo
aniversario de la represión que costó dos vidas y provocó centares de heridos,
con el traslado a la Unidad Penal Nº 11 de Baradero, una cárcel de régimen
abierto, última etapa que gozan ciertos reclusos antes de regresar a la
libertad. El beneficio fue otorgado por el Tribunal Nº 7 de Lomas de Zamora. A
la vez, el juez Ariel Lijo archivó la causa que investiga las responsabilidades
políticas de los funcionarios del gobierno de aquella época. Dos señales que,
conocidas en vísperas del aniversario de la masacre, provocan dudas y malestar
entre los familiares y compañeros de las víctimas.
“Nosotros habíamos
pedido que se rindiera cuentas debido a las salidas que había tenido el juez
Franchiotti durante su reclusión en el penal de Olmos –cuenta Vanina Kosteki,
hermana de Maximiliano y querellante en las causas que investigan los
asesinatos–. Franchiotti había salido de la cárcel para ser llevado a un asado
en la casa del juez Rolando Lima, preso por irregularidades en su gestión. Los
carceleros decidieron que Franchiotti acompañe a Lima en su salida, que sí
había sido autorizada por la justicia. Lo justificaron diciendo que el ex
comisario estaba deprimido”. Por esa salida inautorizada, el personal de
vigilancia que decidió el premio para Franchiotti fue deslindado de sus tareas
y se inició una causa para investigar el incidente. “El pedido de informes que
hicimos no fructificaba –continúa Kosteki–, pero la semana pasada me informaron
que Franchiotti iba a ser trasladado a Baradero esta semana, que tiene un
régimen abierto. Sin embargo, aceleraron esas fechas y fue trasladado el jueves
por la noche para que nadie se enterara de ese premio”.
“Su traslado fue
realizado entre gallos y medianoche y en el mayor sigilo porque saben que es
una medida que apunta a su libertad –señala Claudia Ferrero, abogada de la
familia Kosteki–. Es un régimen abierto: es la última etapa antes de que un
preso recupere su libertad. Se les da permisos de doce horas de tal modo que
sólo deben pernoctar en el penal. El objetivo es reintegrar a los reclusos a la
sociedad. Pero no se puede hacer eso con Franchiotti, condenado a cadena
perpetua y cuando no ha pasado diez años de reclusión, a la vez que los
atravesó con muchas irregularidades. Es otorgarle una libertad anticipada al
asesino del Puente Pueyrredón”.
“La medida abre la
puerta a la impunidad a pocos días del 26 de junio, cuando se cumplen diez años
de los asesinatos de nuestros compañeros: se trata de una provocación
–reflexiona Federico Orchani, vocero del Frente Popular Darío Santillán–. Es
llamativo, además, que suceda al mismo tiempo que Darío Poblete, el asesino de
Carlos Fuentealba, fuera encontrado en libertad cuando debía estar cumpliendo
su condena. Todo esto se da en un contexto en el que la represión se ejerce,
como sucedió con las protestas antimegaminería, y cuando existe un recrudecimiento
de la judicialización de la protesta. Ese es el marco, además, del cajoneo y el
archivo de la causa contra los funcionarios responsables de la masacre del
Puente Pueyrredón. Nuestro movimiento se pronuncia enérgicamente contra el
beneficio otorgado a Franchiotti, que abre las puertas a la impunidad”.
Desde Jujuy,
provincia adonde viajó para preparar los actos a diez años de la masacre del
Puente Pueyrredón, Alberto Santillán declaró desconocer la medida que
beneficiaba a Franchiotti. “Me entero por vos –dijo a este cronista–, te
imaginás la indignación que siento”.
“El caso de
Franchiotti y Acosta es emblemático –afirma Néstor Pitrola, dirigente del
Partido Obrero y líder piquetero en los tiempos de la masacre–. Su caso fue
cerrado desde el punto de vista de la cadena de mandos: sólo ellos dos, los que
aparecían en las fotos irrefutables de Clarín, fueron encarcelados. Y punto.
Encima, han tenido un tratamiento especial dentro de la cárcel. El kirchnerismo
jugó un papel de rescate de la policía bonaerense y de los responsables
políticos de la masacre. Si, tal como exigimos, hubieran abierto los archivos
de la SIDE, los responsables políticos de esa represión estarían todos presos,
pero el kirchnerismo se negó. La única iniciativa fue conformar una Comisión
Mixta a la que se invitó a familiares y organizaciones piqueteras. Nosotros, el
Polo Obrero, nos negamos desde un principio. Y al poco tiempo la comisión
estalló, se fueron los familiares y los movimientos. Pero no todos. Tal como
hace con la CTA, la CGT, la FUBA, el kirchnerismo usa el método de la
cooptación y la división. En la Comisión Mixta buscó cooptar. Y algo logró. Hoy
Juan Cruz Daffunchio, que era dirigente de Darío Santillán y Maximiliano
Kosteki, es concejal del kirchnerismo en Florencio Varela. La medida que
traslada a Franchiotti va en el sentido de frenar ahí la investigación y abrir
las puertas a la libertad del represor, además de sostener la impunidad de la
primera línea de mando”.
“En la cárcel
Franchiotti recibía visitas de policías para ser formados en inteligencia y ser
instruidos sobre cómo actuar en movilizaciones y piquetes –explica Vanina
Kosteki–. Esa persona no puede acogerse a un régimen abierto y a la posibilidad
de ser liberado. Por otro, nos llegó la notificación de que el juez Lijo
archivó la causa que investiga a los funcionarios. El supuesto gobierno de los
derechos humanos avanza hacia que los que luchamos no tengamos justicia.
Seguimos levantando los mismos reclamos que hace diez años. No sólo tienen que
estar en un régimen carcelario cerrado Franchiotti y Acosta, sino que los
tienen que acompañar los ideólogos de la masacre: Eduardo Duhalde, Felipe Solá,
Aníbal Fernández, Alfredo Atanasoff, Juan José Álvarez, Carlos Ruckauf, Luis
Genoud y Jorge Matzkin, entre otros”.
El martes 26 se
cumple una década de los asesinatos ocurridos en el Puente Pueyrredón. La
decisión del juez Lijo de archivar la causa que investiga a los responsables
políticos y el traslado de Franchiotti a Baradero (un premio) plantean
coordinadas que deberán ser analizadas por las organizaciones políticas y los
familiares de las víctimas, quienes siguen exigiendo justicia.
En 2008
Fanchiotti fue trasladado de la Unidad 25 de Olmos al penal de Varela luego de
la denuncia de mantener condiciones de privilegio en su celda y salir de forma
irregular de la cárcel. A casi diez años de la Masacre de Avellaneda,
denunciamos el accionar de la justicia: que no otorgó sentencia firme a la
condena, que absolvió y disminuyó la pena de otros de los policías procesados y
que permitió que hoy, Fanchiotti sea trasladado a un régimen flexible de
salidas.
A 10 años, denunciamos la impunidad de la justicia
y continuamos exigiendo
Juicio
y Castigo a los responsables políticos y materiales de la Masacre de Avellaneda
Darío y
Maxi, presentes!!
FRENTE
POPULAR DARIO SANTILLAN
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Frente Popular Darío Santillán
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Frente Popular Darío Santillán
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