Publicado por José Repiso
Toda persona, en su deber ético y en su responsabilidad
por defender los derechos humanos y por no alimentar injusticias, ha de valorar bien con criterios lo más
objetivos posibles y ha de darse cuenta
de las dignidades individuales que se pisotean.
No se
puede promover un compromiso cristiano no atendiendo ni escuchando realmente a
Jesucristo, sino a Barrabás. Y así es todo lo ético, no se puede ir de justo o de cívico o de demócrata o de no causar
injusticias no ateniendo ni dignificando lo racional, sino lo
contrario o conveniencias particulares.
La realidad, de todos esos
españoles que van -a total falsedad y destrucción- maquillándose de éticos,
demuestra que NO SABEN VALORAR (en todos los hechos; por ejemplo, primero no se
dieron cuenta todos de la crisis, luego la disfrazaron, luego la negaron y
luego la malvaloraron para solucionarla) y NO DIGNIFICAN NUNCA EL ESFUERZO
RACIONAL O ÉTICO (pues nunca reconocen nada y atienden a todo lo falaz -y con
tendencia a lo falaz- que existe).
A mí no me han dignificado ni un átomo ni un segundo de nada.
A mí no me han dignificado ni un átomo ni un segundo de nada.
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