sábado, 8 de septiembre de 2012

Grave estado del deporte más popular en la Argentina



30/8/2012 - 00:57 | Opinión

Grave estado del deporte más popular en la Argentina
El programa "Fútbol para Todos" significó un avance en cuanto a la
televisación de ese deporte. Pero subsisten gravísimos problemas en
las tribunas, las transferencias y los negocios poco transparentes.
EMILIO MARIN

El fútbol es el deporte que más apasiona a los argentinos. Cada
partido, cada gol y hasta cada penal no cobrado encienden las
discusiones. Más ahora que -gracias al programa "Fútbol para Todos" (y
Todas)-, los partidos se pueden ver por la TV abierta, en forma
gratuita.
Antes los goles quedaban secuestrados hasta el domingo a la noche,
cuando el grupo Clarín los mostraba a los hogares sin abono por cable.

Para el pobrerío y la clase media baja, las cámaras enfocaban las
tribunas, la chica linda o el gordo con sombrero; los golazos o
jugadas maradonianas, si las había, eran para el abonado a
Cablevisión-TyC Sports de Héctor Magnetto y sus socios.
"Fútbol para Todos" comenzó en agosto de 2009 para la Primera División
y, gracias al descenso de Ríver, en agosto de 2011 se extendió a la
Primera B Nacional, que había quedado presa del monopolio.
Ese fue un paso grande para democratizar la pantalla deportiva y
debilitar a los grupos concentrados de la TV, que atesoran casi 300
señales.
De todas maneras, que los principales partidos sean relatados por
Marcelo Araujo, desprestigiado ex menemista y ex duhaldista, y
comentados por Julio Ricardo, de similar trayectoria, ahora
reemplazado por Fernando Pacini, indica que no todo es nuevo. El
equipo de Clarín ahora viste los colores "nacionales" en los torneos y
copas "Néstor Kirchner" o "Malvinas Argentinas" o "Evita". Esto
incomoda a periodistas críticos del monopolio, como el filo
kirchnerista Pablo Llonto. Sobre todo, a muchos argentinos que ven
fútbol y no se bancan al Araujo que brindaba con champagne por la
victoria que no fue de Chiche Duhalde sobre la senadora Cristina
Fernández.
El programa que tiene a Canal 7 como nave insignia tiene otro
inconveniente, según el sociólogo Pablo Alabarces. El autor de
"Crónicas del Aguante", expresó que "en Fútbol para Todos hace tres
años que tenés publicidad gratis y no hay un aviso sobre la violencia"
(Mundo D, La Voz del Interior, 25 de agosto). Y se gastan allí 900
millones de pesos anuales. Alabarces también cuestionó el lenguaje de
algunos relatores, que contagian violencia: "cuando Belgrano le empató
a Ríver en la promoción, el relator (Araujo) decía ´Ríver sale a matar
o morir´".
El fútbol de Primera y de la B Nacional se ve en todas las pantallas
sin pagar un peso, pero se mantiene el grave problema de la violencia.
En años anteriores las malas noticias venían de "Los borrachos del
Tablón", que provocaron dos muertos en filas riverplatenses, uno en el
mismo Monumental. Actualmente el centro de la disputa parece haberse
desplazado a "La Doce", xeneize, con la balacera entre los grupos
opuestos de Rafael Di Zeo y Mauro Martín en la autopista Rosario-Santa
Fe, el pasado sábado. Hubo cinco heridos de bala y Martín resultó con
el intestino agujereado por una bala calibre 38. Ninguno festejó la
victoria 2 a 1 de Boca sobre Unión.

Barras y negocios.
¿Por qué luchan con tanta violencia, incluso con disparos de armas de
fuego que apuntan a matar, los seguidores de Di Zeo y Martín? Se
supone que son del mismo club, con un amor en común.
Otro tanto se puede preguntar para las guerras de "Los borrachos". Sus
anteriores líderes, los hermanos Alan y William Schenkler, fueron
condenados a prisión perpetua en 2011 por el crimen de otro hincha de
La Banda, Gonzalo Acro, que según la justicia fue ultimado por
sicarios de aquéllos.
La respuesta es obvia para millones de argentinos. Se pelean
ferozmente con los de su mismo club, más incluso que con los de clubes
"enemigos", porque al interior del propio pugnan por negocios que
dejan mucha plata.
La reventa de entradas, los empleos bien pagos en la misma
institución, los subsidios para los viajes a otras canchas e incluso a
otros países, las comisiones por el cobro del estacionamiento en el
estadio propio y hasta el dinero que pagan los turistas extranjeros
por "visitas guiadas" al Monumental o la Bombonera en los clásicos,
etc, todo eso supone un dinero importante. Además, según denuncias no
comprobadas, algunas de esas barras funcionarían como asociaciones
ilícitas para la venta de sustancias tóxicas ilegales y se quedarían
con comisiones por la venta de jugadores, tras arreglos con los
representantes o incluso con autoridades de algunos clubes.
Esos dirigentes han sido tolerantes y hasta cómplices con esos
violentos que les marcan la cancha como si fueran los dueños de esas
entidades. Uno de los pocos que se atrevió a ponerles coto fue Javier
Cantero, el titular de Independiente. Lo hizo en soledad de sus pares
y es probable que pierda la partida (dependerá en parte de los
resultados deportivos del Rojo, por ahora muy amenazado por el
descenso). Esos patoteros desean esa debacle para poder pasar más
fácilmente a la contraofensiva sobre el molesto presidente del "Rey de
copas".
El mandamás de la AFA, Julio Grondona, eternizado en ese puesto al que
llegó en plena dictadura militar-cívica, es otro gran responsable de
la mala situación del fútbol argentino. Es otro reciclado, desde los
negocios con Clarín y otras empresas, tramitados desde la cúpula de
AFA y su vicepresidencia de FIFA, hasta llegar al 'nacional y popular'
"Fútbol para Todos".
Como las cosas se pusieron muy feas luego del tiroteo en Santa Fe, el
ministro del Interior, Florencio Randazzo y Grondona requirieron a los
clubes la lista de violentos para aplicarles el derecho de admisión.
El titular de Boca, Daniel Angelici, aliado de Mauricio Macri, en
principio rechazó la solicitud, tras incluir apenas a 10 barras, pero
al final extendió la nómina a 67. Estos, al igual que barras de otros
clubes, no podrían entrar a ver el próximo partido.

Ninguna virgen.
En este asunto Cristina Fernández opinó el 30 de julio pasado con
mucha liviandad. Tantas cadenas nacionales que de vez en cuando habla
de temas que no maneja con solvencia... Ese día alabó a los barras:
"esos tipos parados en los paraavalanchas son una maravilla, mis
respetos para todos ellos". Frente al rebrote de violencia, la
presidenta rebobinó y, en línea con Randazzo, apremió a los clubes,
"que deben entregar las listas de las personas que tienen vedado el
ingreso".
La jefa de Estado sí dio un pase gol en la tipificación de los
violentos, que no debe circunscribirse a los de origen humilde y con
poca educación. Ella hizo referencia a los hinchas de plateas de Boca,
caras, que habían arrojado un cartel sobre el banco de suplentes de
Independiente en el partido de ida de la Sudamericana. Es verdad. La
violencia no es "cosa de negros".
Junto con este problema crónico de la violencia había otro que hasta
el momento se había mantenido relativamente impune. Es el de los
negocios poco transparentes en las transferencias de futbolistas,
dentro del mercado local y el internacional. Se informaba de precios
menores para pagar menos impuestos a las ganancias, que directamente
se evadían si se triangulaba con clubes de otros países como titulares
de los derechos federativos de los jugadores. O se compraban
futbolistas por precios millonarios inflados para tener motivo legal
para poder girar a bancos en el exterior las divisas de la operación.
Los sucesivos gobiernos, las cúpulas dirigenciales de los clubes y
AFA, así como los representantes de los jugadores y posiblemente
algunos de éstos, eran corresponsables de aquellos manejos.
Ricardo Echegaray, el tan denostado titular de la AFIP en el caso de
la quiebra de Ciccone, estuvo muy bien en posar su lupa sobre las
transferencias de Darío Bottinelli a River y de Ignacio Piatti a San
Lorenzo. El primero era jugador libre pero apareció transferido por el
club chileno Unión San Felipe, quien tenía los derechos federativos, y
River giró los dólares a una cuenta bancaria en Miami y en las islas
Vírgenes, donde lo indicó el vendedor trasandino.
Tirando de esa piolita, la AFIP detectó numerosas triangulaciones para
evadir el pago de impuestos a las ganancias de jugadores y
representantes, 151 de los cuales vieron por eso bloqueados sus
números de CUIT por la dependencia oficial. Muchos de esos gestores de
pases mal hechos, o con dolo y violación de las normas tributarias,
son ex jugadores como Leonardo Rodríguez, Carlos Navarro Montoya y
"Colorado" McCallister.
Echegaray llamó "paraísos fiscales" a siete clubes de Uruguay, dos de
Chile y el Locarno de Suiza, que intervinieron repetidamente en estas
operaciones. Y con la resolución   3374/2012 , obligó a los clubes a
informar dos veces al año la nómina de sus jugadores y la lista de
agentes y representantes de los mismos, así como las deudas por la
compra de derechos económicos o préstamos.
Todas estas medidas son importantes, en la medida que sean acompañadas
de la imprescindible tarea educativa y cultural, que demanda varios
años para que rinda frutos. Hay que poner en correspondencia la
realidad con el eslogan oficial de "Argentina, un país de buena
gente". En fútbol y en varias otras cosas, por ahora hay unos cuantos
argentinos que no califican de buenos.


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Sergio Ortiz
face: Sergio Ortiz
twitter: sergioortizpl

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