Transcripción parcial de la película norteamericana
“ZEITGEIST”, vocablo alemán que aproximadamente significa ‘el espíritu de la
época’. Guido Dione.
Dijo el presidente de EEUU, Woodrow
Wilson: “Nuestra gran nación industrial está controlada por su
sistema de crédito. Nuestro sistema de crédito está concentrado en manos
privadas. El crecimiento de la nación y, por lo tanto, de todas nuestras
actividades, está en manos de unos pocos hombres, quienes necesariamente, por
motivos de sus propias limitaciones, congelan, frenan y destruyen la genuina
libertad económica.
Nos hemos transformado en uno de los peor gobernados, uno de los más
completamente controlados y dominados de los gobiernos del mundo civilizado. No
más un gobierno de creencias y del voto de la mayoría, sino un gobierno de
libre opinión y coalición de un pequeño grupo de hombres dominantes.”
El congresista Louis Mc Fadden
también expresó la verdad después de la aprobación de la ley: “Un sistema bancario mundial está siendo
preparado aquí, un super estado controlado por banqueros internacionales,
actuando conjuntamente para esclavizar el mundo, en pos de su propio placer. El
banco central ha usurpado el gobierno.”
Al público se le dijo que la Reserva Federal (FED) era un
estabilizador económico y que la inflación y las crisis eran cosas del pasado.
Bueno, como muestra la historia, nada está más lejos de la verdad.
El hecho es que ahora los banqueros internacionales tienen una máquina
modernizada para expandir sus ambiciones personales. Por ejemplo: de 1914 a
1919 la FED incrementó la emisión monetaria a casi un 100%, traducido en
grandes préstamos a los bancos pequeños. Entonces, en 1920, la FED retiró
porcentajes masivos de la emisión de dólares, forzando así a los bancos
pequeños a cancelar su enorme cantidad de préstamos y, como en 1907, hubo
crisis bancarias, quiebras y el subsiguiente colapso.
Más de 5.400 bancos competitivos, fuera de la FED, quebraron,
consolidando aún más el monopolio de un grupo pequeño de banqueros
internacionales.
Al tanto de este crimen, el congresista Charles
Lindberg se puso de pie y dijo en 1921: “Bajo el Acta de Reserva Federal, los pánicos son creados
artificialmente. El pánico actual es el primero creado así, y funcionó como
calculamos una ecuación matemática.”
Sin embargo, el pánico de 1920 fue sólo un precalentamiento.
De 1921 a 1929, la FED otra vez incrementó la emisión monetaria, otra
vez resultando en grandes préstamos al público y a los bancos.
Había otro tipo de préstamo llamado “préstamo margen” en el mercado
bursátil. Muy simple, un préstamo margen le permitía al inversor pagar sólo el
10% del precio de una acción, siendo prestado el 90% por el corredor de bolsa.
En potras palabras, una persona podía comprar u$s 1.000 en acciones pagando
sólo u$s 100. Este método era muy popular en los años 20, cuando todo el mundo
parecía estar haciendo dinero en la bolsa. No obstante, este préstamo tenía una
trampa: podía ser exigido en cualquier momento y debía ser pagado en 24 horas,
esto se llama un “pedido marginal”, y el resultado típico de un pedido marginal
es la venta del stock de acciones comprado con el préstamo marginal.
Entonces, unos meses antes de octubre de 1929, J.D.
Rockefeller, Bernhard Barack, y otros informados, silenciosamente se retiraron
de la bolsa. El 24
de octubre de 1929, los financistas de New York que entregaron los préstamos
marginales, comenzaron a cobrarlos en masa. Esto provocó instantáneamente una
venta masiva en el mercado, puesto que todos debían cubrir sus préstamos
marginales. Esto fue lo que disparó la crisis masiva de bancos por la misma
razón, colapsando a su vez 16.000 bancos, habilitando a los banqueros
internacionales conspiradores, no sólo a comprar bancos rivales con descuentos,
sino también a comprar corporaciones enteras por centavos de dólar. Fue el robo
más grande de la historia americana
Pero eso no se detuvo allí: en lugar de extender al emisión monetaria
para recuperar el colapso económico, la FED la redujo, alimentando así una de
las más grandes depresiones de la historia.
Nuevamente enojado, el senador Mc
Fadden –viejo oponente del cartel bancario- comenzó a promover procesos
de destitución contra los miembros de la FED Borrad, diciendo que la caída y
depresión “Fue un hecho cuidadosamente planeado. Los banqueros internacionales
buscaron crear una situación desesperante, para así ellos surgir como los
dueños de todos nosotros.”
No es sorprendente que después de dos intentos de
asesinato, Mc Fadden fuera envenenado en un banquete, antes de que pudiera
comenzar los procedimientos de destitución (de los miembros de la FED).
Y ahora, habiendo reducido la sociedad
norteamericana a la miseria, los banqueros de la FED decidieron qe el patrón
oro debía ser eliminado. Para hacer esto necesitaban obtener el oro remanente
del sistema. Así que bajo la pretensión de ayudar a terminar con la depresión,
se produjo la recuperación del oro en 1933, bajo amenaza de prisión por 10
años, todos en EEUU fueron exhortados a entregar todo el oro al Tesoro,
esencialmente robando al público la poca riqueza que les quedara.
(Luego) A fines de 1933, el patrón oro fue abolido.
Si se observa un billete de dólar de antes de 1933, dice que es convertible en
oro; los posteriores sólo dicen que es moneda de curso legal, lo que significa
que no tiene ningún respaldo. Es papel sin valor. Lo único que da valor al
dólar es cuánto hay en circulación (*), por lo
tanto, el poder para regular el suministro de dinero, es poder también regular
su valor, que también es el poder para poner economías y sociedades enteras de
rodillas.
“Denme el control de la emisión de dinero de una
nación y no me interesa quién haga sus leyes.”
M.A. Rothschild, fundador de la banca del mismo
nombre.
(*) El mundo está inundado de
dólares; los bancos centrales de muchos países tienen reservas en dólares para
respaldar su propia moneda. China es el principal acreedor de EEUU (y EEUU es
su principal comprador). Nadie quiere, por eso, que el dólar pierda su valor,
pero en realidad es papel pintado. G.D.
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En Argentina se aplicaron parecidos procedimientos para saquear al
pueblo. Recordemos cuando en la época menemista, siendo Cavallo ministro de
Economía, el dólar estaba a diez australes. En un momento dado, el dólar
comenzó a bajar y descendió hasta 5 australes y todo el mundo se desprendía de
los dólares ahorrados. Allí fue cuando Cavallo decretó la paridad uno a uno y
la convertibilidad del nuevo peso.
El tiempo transcurrió y la Alianza subió al poder, pero al cabo de
tres años de turbulencias y con la convertibilidad insostenible (o, mejor
dicho, sostenida a fuerza de adquirir más y más deuda externa, Cavallo –otra
vez- y blindaje mediante), De La Rúa abandonó el gobierno.
La gente, para salvarse, ya venía comprando dólares y a poniéndolos en
los bancos. Mientras tanto, los bancos y los
avisados (los homólogos argentinos de Rockefeller, Barack, etc.), fugaban esos
dólares al exterior, desde Uruguay hasta Suiza, pasando por otras bancas
‘off shore’, como Bahamas, Liechtenstein, Andorra, Mónaco…
Después vino el ‘corralito’.
Guido Dione
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