lunes, 11 de abril de 2016

EL CURRO DE LOS PANAMÁ PAPERS

Desmienten al Secretario de Derechos Humanos y Avruj se queda sin coartada
La sociedad anónima Kalushy fue creada en 1992 y todavía figura vigente. Claudio Avruj es su presidente y su esposa figura como tesorera. Según el funcionario, fueron las autoridades de B’nai B’rith quienes la crearon. Desde la organización lo descartaron.
De la Redacción de Diario Registrado / Domingo 10 de abril de 2016 | 11:23
La organización B’nai B’rith internacional desmintió al secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, quien aseguró que la sociedad anónima Kalushy, radicada en Panamá, fue creada por esa organización para “cumplir con la normativa laboral” de Panamá cuando Avruj fue director del distrito 23 área Caribe de B’nai B’rith.
 Sin embargo, desde B’nai B’rith Internacional indicaron que "no se estableció, ni autorizó la constitución de ninguna empresa en Panamá”. Incluso advirtió que esto es contrario a los principios de esa organización “cuyas finanzas son enteramente transparentes”.

La información se publicó en el Diario Página 12, por medio de un artículo del periodista Werner Pertot. Ese matutino contó sobre "la existencia de esa empresa en un paraíso fiscal, que figura a nombre suyo y de su esposa, y luego la aclaración que hizo Avruj.
Ese diario había revelado la existencia de esa sociedad anónima en un paraíso fiscal en la que figura Avruj como presidente. Según el Registro Público de Panamá, Kalushy SA fue creada el 27 de julio de 1992. Como tesorera, aparece Elisa Alfie, esposa de Avruj, y como secretario Ramie Attie. Según los registros públicos continúa “vigente”. Antes de esta publicación, Página/12 intentó comunicarse con Avruj, que no respondió a los llamados.
La empresa de Avruj se sumó a otras radicadas en Panamá y otros países que se conocieron en estos días. La lista, aún incompleta, incluye al intendente de Lanús, Néstor Grindetti; al de Vicente López, Jorge Macri; al titular de la AFI, Gustavo Arribas; y a los dos asesores y amigos del presidente, el empresario Nicolás Caputo y el presidente del Club Boca Juniors, Daniel “El Tano” Angelici.
Luego de que se conociera la existencia de la empresa, la Secretaría de Derechos Humanos nacional emitió un comunicado de prensa que tituló: “Claudio Avruj nunca tuvo sociedades offshore”. En él, detalló que “Avruj trabajó en Venezuela para la organización B’nai B’rith, reconocida a nivel mundial por su tarea en derechos humanos, institución que lo designó como su director internacional del distrito 23 área Caribe, en Panamá, entre los años 1992 y 1995”. 
El comunicado indicó que “la organización constituyó a través de sus representantes la sociedad anónima Kalushy, a los efectos de cumplir con la normativa laboral local y permitirle a Avruj asentar su residencia en aquel país”. Es decir que, según afirmó el secretario de Derechos Humanos, fue la organización y no él la que creó la empresa. B’nai B’rith es una entidad humanitaria creada en 1843 que tienen como objetivo luchar contra el antisemitismo y las violaciones a los derechos humanos. Tiene sedes en más de cincuenta países, incluyendo a la Argentina.
“La firma creada oportunamente es una sociedad anónima local, de carácter perpetua, y de ninguna manera se compadece con los parámetros de una sociedad offshore, ni tuvo movimiento alguno desde su registro el 20 de julio de 1992”, aseguró en el comunicado, aunque no proveyó evidencia de estos dichos. “Es necesario aclarar que Claudio Avruj dejó de cumplir funciones en Panamá el 1º de enero de 1995 y, desde entonces, la sociedad permanece abierta por su condición constitutiva, pero sin movimiento alguno ni vinculación con la función del secretario”, indicó.
Página/12 se puso en contacto con las autoridades de B’nai B’rith Internacional en Wahington para verificar la explicación que dio el funcionario de Mauricio Macri.

En respuesta, en un correo enviado por el vicepresidente del área de Comunicaciones de la organización, Sharon Bender, B’nai B’rith Internacional formuló esta declaración oficial: “B’nai B’rith no estableció, ni autorizó a constituir ninguna empresa en Panamá. Crear una empresa con el propósito de ocultamientos de cualquier tipo es completamente contrario a nuestros principios y prácticas como una organización caritativa, cuyas finanzas son enteramente transparentes”.

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