miércoles, 22 de agosto de 2018

EDITORIAL DE AGOSTO DE HACIENDO CAMINO


LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES

Constantemente mencionamos la verdad como algo natural en nuestro quehacer cotidiano: “es la pura verdad”, “te digo que es verdad”, “te juro que es verdad” y tantas otras expresiones similares. Pero, ¿qué es la verdad?, podemos decir que es el concepto que tenemos de algo coincidente con nuestro propio pensamiento sobre el tema, aquí estaríamos en presencia de “nuestra verdad” la que tratamos de trasmitir o imponer. Es conveniente que a veces analicemos a conciencia si esto es así como lo pensamos o puede ser diferente, dado que nuestra opinión está permanentemente bombardeada de diversas maneras y que muchas veces es afectada por las mismas, lo que si no analizamos de manera crítica puede verse tergiversada “nuestra verdad”, pasando así en convertirse en lo contrario, es decir en una falacia.
Ejemplos de ello tenemos a diario: las publicidades de diversos productos que nos presentan todas las inmensas bondades del mismo sin explicitarnos siquiera en el envase el real contenido de los mismos, siempre nos dan imágenes y palabras que consumiéndolos seremos felices, libres y dichosos. No nos advierten en absoluto sobre las consecuencias para nuestra salud de algunos de los ingredientes que contienen. Por supuesto, desprevenidos, compartimos con nuestros familiares y amigos recomendándolos repitiendo lo que escuchamos o vimos en los anuncios, aquí no hay ningún análisis crítico que nos alerte sobre la “verdad” de los mismos.
Esta faceta es tan sólo una de las tantas que recibimos como proyectiles en nuestro cerebro, también está la “letra chica” en contratos, pólizas y documentos que firmamos sin leerlas y que cuando tenemos que hacer algún reclamo nos las muestran con una lupa, ahí nos damos cuenta que caímos en una trampa por inocencia o inexperiencia.