LA VERDAD NOS HARÁ
LIBRES
Constantemente
mencionamos la verdad como algo natural en nuestro quehacer cotidiano: “es la
pura verdad”, “te digo que es verdad”, “te juro que es verdad” y tantas otras
expresiones similares. Pero, ¿qué es la verdad?, podemos decir que es el
concepto que tenemos de algo coincidente con nuestro propio pensamiento sobre
el tema, aquí estaríamos en presencia de “nuestra verdad” la que tratamos de
trasmitir o imponer. Es conveniente que a veces analicemos a conciencia si esto
es así como lo pensamos o puede ser diferente, dado que nuestra opinión está
permanentemente bombardeada de diversas maneras y que muchas veces es afectada
por las mismas, lo que si no analizamos de manera crítica puede verse
tergiversada “nuestra verdad”, pasando así en convertirse en lo contrario, es
decir en una falacia.
Ejemplos
de ello tenemos a diario: las publicidades de diversos productos que nos
presentan todas las inmensas bondades del mismo sin explicitarnos siquiera en
el envase el real contenido de los mismos, siempre nos dan imágenes y palabras
que consumiéndolos seremos felices, libres y dichosos. No nos advierten en
absoluto sobre las consecuencias para nuestra salud de algunos de los
ingredientes que contienen. Por supuesto, desprevenidos, compartimos con
nuestros familiares y amigos recomendándolos repitiendo lo que escuchamos o
vimos en los anuncios, aquí no hay ningún análisis crítico que nos alerte sobre
la “verdad” de los mismos.
Esta
faceta es tan sólo una de las tantas que recibimos como proyectiles en nuestro
cerebro, también está la “letra chica” en contratos, pólizas y documentos que
firmamos sin leerlas y que cuando tenemos que hacer algún reclamo nos las
muestran con una lupa, ahí nos damos cuenta que caímos en una trampa por
inocencia o inexperiencia.