LA ESCLAVITUD EN EL SIGLO XXI DE NUESTRA ERA
Debemos
partir de la base que una persona es esclava cuando carece de libertad por
estar bajo el dominio de otra, es decir que no puede realizar su voluntad por
esta relación en la que se encuentra. Hay diferentes formas de ejercer ese
dominio sobre los otros por parte de quienes tienen el poder para hacerlo:
porque el sometido tiene temor de quien lo oprime; por el uso irracional de la
tecnología, mediante la cual un opresor invisible físicamente doblega nuestra
voluntad; diversas adicciones; por medio de las publicidades que
subconscientemente nos inducen a consumir o utilizar determinado producto y así
podríamos enumerar varias maneras más de cómo se ejerce el dominio sobre los
demás.
La
intención de esta nota es enfocar el tema sobre los aspectos laboral y
políticos, que por supuesto van de la mano en esa relación de dominación.
El haber
identificado en el título al siglo que estamos recorriendo como de “nuestra
era”, es sencillamente porque la esclavitud existe en la humanidad desde
tiempos históricos muy lejanos, lo que nos puede hacer pensar que es parte de
la naturaleza humana. Pero también debemos recordar que todos los pueblos que
fueron sometidos a la esclavitud lucharon por su liberación. Como ejemplo
tomaremos el caso del pueblo hebreo esclavizado por el faraón en Egipto, luego
liberado por su líder Moisés, por supuesto luego de realizar diversas
“acciones”, que en el relato bíblico aparecen como obra de su Dios, llegando
hasta el hecho violento de la muerte de todos los primogénitos de Egipto, en
manos del “ángel exterminador”. Veremos en las páginas siguientes de esta narración,
que la libertad no es cosa fácil y que hace falta fortaleza y valores como la
solidaridad y la esperanza en un futuro mejor para poder convivir en una
comunidad y que la misma permanezca unida. También vemos que la función del
liderazgo de Moisés es precisamente ir organizando a ese pueblo itinerante preparándolo
para cuando lleguen a su meta, es decir a la tierra prometida.