domingo, 15 de mayo de 2022

EDITORIAL DE HACIENDO CAMINO MAYO 2022

¿Desde cuándo existe la guerra?

 

Quienes hoy vivimos, o sobrevivimos, en esto que hemos denominado humanidad podemos decir sin pecar de exagerados que hemos vivido permanentemente en guerra. Siempre en algún lugar del planeta alguien se está tiroteando o mejor bombardeando con otro u otros. En mi caso tenía tan solo tres años cuando culminó la denominada Segunda Guerra Mundial, luego escuchamos sobre la Guerra de Corea, la de Vietnam, que la de los 6 días, así permanentemente en el cotidiano devenir de nuestra existencia. Esto a nivel mundial que no nos influía directamente en los conflictos, pero en nuestro querido país también hubo bandos que se han tiroteado entre sí, en estos casos siempre la víctima principal fue el propio pueblo. No puedo dejar de recordar con mis 14 años haber vivido algo que creo no ha ocurrido en otros países, fuerzas armadas propias bombardearon a mansalva a inocentes transeúntes que en ese momento estuvieron por razones del destino en nuestra Plaza de Mayo, de pronto una escuadrilla de aviones dejó caer no sé cuántas toneladas de bombas sobre ellos, ¿dejó de llamarse guerra por qué no había un bando armado enemigo? Que cada quién lo juzgue como mejor le guste.

Indagando un poco sobre hallazgos y acontecimientos históricos vemos que nos indican que los conflictos bélicos son anteriores a las sociedades organizadas. Descubrimos algo muy grave, que la guerra forma parte de la cultura de la humanidad. Las sociedades veneran a sus guerreros, les dedican monumentos y nombres de calles y avenidas, que por supuesto son nomenclaturas muchas veces polémicas.

Textos literarios muy remotos como el Antiguo Testamento, o la Ilíada de Homero,  un poema de género épico que trata el asedio de la ciudad de Troya por los aqueos, para rescatar a Helena, esposa del rey Menelao, la cual fue raptada por Paris, príncipe troyano. Después de este hecho, se origina una guerra entre aqueos y troyanos. Debido a ello hubo historiadores que asociaban siempre la guerra con la cultura sosteniendo que en la época en que los hombres eran cazadores-recolectores, podríamos hablar de violencia entre individuos, pero no de guerra.

Comenta el periodista español Guillermo Altares: “El reciente descubrimiento de una matanza de hace 10.000 años, cerca del lago Turkana, en Kenia, puede confirmar las sospechas que cada vez más científicos barajaban, basadas también en la evidencia de que los chimpancés organizan batidas contra otros grupos: la guerra es tan antigua como nuestra especie, antes de que hubiese propiedades y territorios que defender, ya existían conflictos.”

"Los neolíticos no inventaron la guerra. Los cazadores recolectores del Paleolítico o del Mesolítico ya combatían", escribe el investigador Jean Guilaine, del College de France, en su último ensayo, Caïn, Abel, Ötzi: L'héritage néolithique.

Este profesor, uno de los máximos expertos en el Neolítico —el momento en que la humanidad domesticó las plantas y los animales y comenzó la agricultura y, por lo tanto, la cultura moderna, hace unos 12.000 o 10.000 años— cita otros casos de matanzas y brutalidades en la prehistoria: “El más famoso es Jebel Sahaba, en Sudán, un enterramiento del 12.000 a.C., en el que una veintena de los 59 cuerpos encontrados mostraba signos de violencia. Sin embargo, al tratarse de un cementerio es posible que fuese una cultura con algún tipo de sedentarismo. El caso de Turkana, desvelado por Nature en enero, es diferente porque está claro que eran sociedades de cazadores nómadas con un grado de violencia organizada tremendo.”

De hecho en la prehistoria la guerra provoca una discusión entre Thomas Hobbes, que afirmaba que los seres son violentos por naturaleza, “El hombre es un lobo para el hombre”, y Jean Jacques Rousseau que hablaba del buen salvaje, basándose en la idea que recoge la creencia de que los seres humanos, en su estado natural, son desinteresados, pacíficos y tranquilos, y que males como la codicia, la ansiedad y la violencia son producto de la civilización.

Las guerras entre grupos de chimpancés, sobre las que hay ya una amplia documentación, llevan también a muchos investigadores a pensar que es un patrón de violencia organizada que ha continuado hasta nosotros. Glowacki, sin embargo, hace otra lectura: "Los orígenes de la violencia humana son seguramente similares a los que podemos observar en esos primates. Pero no hay que olvidar que los chimpancés y los humanos son únicos también por su capacidad de solidaridad entre grupos. Los intercambios y la cooperación han sido mucho más importantes en la evolución humana que la guerra."

Podemos hacernos muchísimas preguntas sobre cuál fue el origen de la guerra, en realidad, estas preguntas se pueden formular en casi todos los hallazgos del pasado remoto: la violencia es indiscutible, la guerra se pierde en la niebla del tiempo.

¿Qué es un enemigo?

Por ejemplo: “Irán e Israel son dos países enemigos que nunca logran ponerse de acuerdo”“El ataque a la casa del empresario fue obra de algún enemigo”“El dentista es mi enemigo, quisiera no verlo nunca”“Esta excursión parece organizada por el enemigo: nos han llevado a los lugares más feos de la ciudad”.

EDITORIAL DE HACIENDO CAMINO ABRIL 2022

¿Para qué la cuaresma y la pascua?

Para los que profesamos la fe cristiana el tiempo de cuaresma que culmina con la semana santa y la pascua es un recordatorio de lo que resumidamente denominamos vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Esta conmemoración histórica es reconocida y muchas veces celebrada por varones y mujeres de buena voluntad, que si bien no son creyentes, reconocen y  hacen propios los valores del mensaje que nos trajo el Nazareno hace ya más de 2000 años. Como ocurre en muchas fechas, no solo religiosas sino patrióticas o comunitarias, donde se venera la persona de un santo o santa, prócer, benefactores de la comunidad, etc., en líneas generales las recordamos simplemente por costumbre resaltando los valores del abnegado o la abnegada celebridad, olvidando por completo imitar el ejemplo que los llevó a ser reconocidos o reconocidas por el pueblo en el resto del año.

Cuando recorremos en este reflexivo tiempo de cuaresma el tránsito de Jesús durante toda su vida, vemos que está signado por, como diría Pablo d’Ors: “Amor, dolor, vacío y luz son sin duda las principales cuestiones que plantea toda existencia humana.” Reconocemos entonces que nosotros también transitamos permanentemente nuestra propia cuaresma, que vivimos momentos dolorosos, otros en que nos sentimos en total soledad y un vacío intenso en nuestro espíritu, también apreciamos los acontecimientos que nos llenan de luz y de ahí nos conducen al amor.

Si hacemos un rápido paseo por los evangelios podemos vislumbrar estos claros momentos por lo que atraviesa Jesús el Galileo. Vemos su triunfal entrada a Jerusalen donde una multitud lo ovasiona al grito de “¡Viva el hijo de David! ¡Bendito sea el que viene en nombre del Señor!...etc.” Luego entró al Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en los patios, derribó las mesas de los que cambiaban monedas, lo mismo que los puestos de los comerciantes de palomas y les declaró: “Dios dice en la Escritura: Mi casa será llamada Casa de Oración. Pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones.” Jesús será muerto cinco días después de su entrada triunfal en Jerusalen, padeciendo las vicisitudes que se recuerdan en el “Vía crucis”.