domingo, 26 de febrero de 2017

EDITORIAL DE HACIENDO CAMINO DE FEBRERO

DISFRUTANDO LA INCERTIDUMBRE

Para el pleno disfrute de algo lo más elemental es conocer que es ese algo, por ejemplo si yo disfruto al saborear un buen chocolate crocante, iré al kiosco a adquirirlo y así satisfago el deseo y disfruto del placer del momento. Entonces sería bueno conocer que es la incertidumbre para poder deleitarnos con ella. Según el diccionario la falta de certeza nos lleva a la incertidumbre, y según la misma fuente, “CERTEZA es el conocimiento seguro, claro y evidente de las cosas”, por analogía podemos decir que la “incertidumbre es un conocimiento dudoso, oscuro e incierto de las cosas”, lo que equivale a decir que es un desconocimiento de las mismas. ¿Podemos entonces ante esta situación disfrutarla? ¿Podemos alegrarnos cuando no sabemos ciertamente que nos va a pasar mañana o dentro de las próximas horas? ¿Qué placer podemos sentir cuando en la empresa donde trabajo corre el rumor de próximos despidos? ¿Nos regocijamos en familia y hacemos una fiesta cuando escuchamos que puede haber aumentos nuevos en las tarifas de los servicios? ¿Gozamos a pleno cuando se murmura de aumentos en los productos de primera necesidad? ¿La comunidad de jubilados se puede deleitar cuando escucha que les quitan descuentos en los medicamentos o que le van a bajar el haber jubilatorio? Realmente si en alguna de estas situaciones nos sentimos felices, es porque somos masoquistas. Nadie puede disfrutar de ninguna incertidumbre y mucho menos cuando se trata de temas vitales.

Sin embargo, aunque parezca de antología, el Ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, expresó sin que se le moviera un solo músculo de la cara: “Hay que crear argentinos que sean capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla”. Una clara definición de cuál es la política educativa del actual gobierno, que si la complementamos con la que dijera el filósofo Alejandro Rozitchner que es uno de los intelectuales que integra los círculos cercanos al presidente: “Los docentes gustan decir que quieren que sus alumnos desarrollen pensamiento crítico, como si lo más importante fueran estar atentos a las trampas de la sociedad”; y agregó: “Este enfoque es ineficaz, el pensamiento crítico es negativo”.  De la suma de estos conceptos vertidos por quienes tienen responsabilidad o pueden influenciar al gobierno, podemos deducir que tipo de ciudadanos quieren tener como súbditos; personas que no piensen por sí mismas, que no analicen las noticias que los medios comunicacionales informan y las crean a rajatablas, agregándole a esto que si tenemos preocupación por nuestro futuro y el de nuestra familia, debemos reírnos y gozar del momento que nos toca vivir, realmente, como decíamos más arriba, “de antología”.
La incertidumbre globalizada
Este flagelo que hoy sufre la humanidad, en especial aquellas personas más vulnerables, no es solo local sino que abarca todo el planeta como consecuencia nefasta del modelo capitalista neo-liberal que hoy controla los resortes de la economía mundial. Esto puede vislumbrarse cotidianamente por medio de las noticias que nos llegan de distintos lugares:
Los migrantes que huyen de sus países de origen a causa del hambre y la guerra, que no saben que les deparará el destino cuando suben a alguna barcaza o barco para cruzar el Mediterráneo y llegar a las costas europeas.
La población civil de Siria con sus mujeres y sus niños que no saben cuando les van a llover las próximas bombas desde el aire.
El pueblo palestino que vive la angustia diaria de no saber si van a ser atacados o invadidos.
Nuestros hermanos de México que hoy ignoran que les espera tras la amenaza de quien gobierna el imperio del norte, el más sanguinario y genocida del mundo, con levantar un muro que divida ambos países, un paredón que seguramente traerá más sombras que luz sobre el pueblo azteca.
Los integrantes de las comunidades latinoamericanas que viven en nuestro país que hoy ven también surgir un alto grado de xenofobia desde el propio gobierno nacional.
Estos son tan solo algunos ejemplos de lo que está pasando en el mundo y que generan en quienes están involucrados una enorme incertidumbre sobre el futuro personal y de sus familias.
Realmente quien conozca estas experiencias y manifieste aunque sea un pequeño disfrute de su situación, creo que lo mejor que puede hacer es consultar urgente con su analista.
La incertidumbre madre de enormes miedos.
Si vamos sumando, la falta de certeza hacia el porvenir, la anulación del pensamiento crítico y la manipulación de nuestras neuronas por los medios concentrados de comunicación, tenemos el resultado perfecto: una sociedad convertida en rebaño que se dirige hacia donde el amo le ordene. Esto trae aparejado, como por ejemplo en el temor a quedar sin empleo, la aceptación de condiciones de trabajo cada vez más rayanas a la esclavitud y lo más grave que una vez que el ejército de desocupados sea numeroso, el patrón capitalista habrá logrado que el “insumo mano de obra” será cada vez menor y entonces él podrá sí disfrutar de ganancias cada vez más abultadas a costa del trabajo de hombres y mujeres que navegan en la incertidumbre por la vida.
Reflexión final
El afán de poder y riquezas ha sido, es y será causa de la injusticia y el sufrimiento de los más desfavorecidos. Y es que poderoso caballero es don dinero y no somos inmunes a sus sobornos.

¿Se pueden cambiar las estructuras injustas que nos oprimen? Sí, aunque no es tarea fácil. Si nuestros valores son la solidaridad, el amor por nuestros hermanos, la construcción de la paz, entonces estamos llamados a luchar diariamente para lograr más justicia e igualdad entre los hombres y para ello muchas veces hay que olvidarse de sí mismo y arriesgar intereses, seguridad y otras comodidades. Ojala muchos podamos involucrarnos en nuestras comunidades para dar esta batalla.
Nicolás Salcito

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