sábado, 17 de febrero de 2018

EDITORIAL DE FEBRERO

MANIPULACION DE LA FE

Mucha gente supone que la religión es cosa de niños, mujeres y ancianos, esta es una creencia muy arraigada en la sociedad y proviene de una deficiente, por no decir mala, formación en los momentos en que pasamos por la Iglesia para “cumplir” con ciertas costumbres que hacen a la práctica corriente en las familias: “al nene/a hay que bautizarlo, confirmarlo y que tome su primera comunión”, con esto nos quedamos tranquilos y si el “nene” o la “nena” decide algún día casarse por iglesia, entonces allí vuelve a visitar el templo, con esto queda cerrado el álbum fotográfico familiar, posiblemente se iniciará otro similar en la nueva familia.
Esto que es muy común verlo en la realidad parece no inquietar a muchos sacerdotes ni a los agentes pastorales que participamos de la vida parroquial, seguro que si lo hiciéramos tendríamos que reconocer que en algo estamos fallando, la tarea pastoral no es una simple actividad en la cual nos sentimos tranquilos por hacer algo bueno o simplemente practicar un poco de catarsis para olvidar nuestros propios problemas.

EL INFORME ROCKEFELLER

Lamentablemente la mayoría de las personas que se dedican a la política piensan de la misma manera respecto al tema religioso, sin embargo no es así en aquellos que tienen por finalidad dominar al mundo desde el poder político y financiero.
Creo que desde hace unos 50 años, a partir del Concilio Vaticano II y luego las Conferencias Episcopales de Medellín y Puebla, la imagen de la Iglesia Católica ha cambiado mucho en América Latina. Se puede decir que no suficientemente y estoy de acuerdo, pero ha cambiado enormemente, justamente por su acercamiento a los pobres.

Fue un camino difícil. En 1969, por ejemplo, se conoció en Estados Unidos el famoso informe Rockefeller. Rockefeller tomó conciencia de los cambios en la Iglesia y los consideró absolutamente peligrosos.
Y en 1980, un informe para la campaña presidencial de Ronald Reagan, llamado documento de Santa Fe, advirtió que la presencia de determinadas tendencias en la Iglesia y algunos textos de las conferencias episcopales latinoamericanas eran muy peligrosos para la política exterior de Estados Unidos.
Otro Analista centroamericano de Pastoral Social Caritas Panamá, dice: el concilio ecuménico Vaticano II (1962) y las encíclicas Pacem in Terris (1963) y Populorum Progressio (1967) modificaron radicalmente aquella visión de la Iglesia (la visión de una Iglesia elitista y para las elites). La Conferencia Episcopal de Medellín (1968) sería el punto de arranque de una nueva actitud que llevó a una generación de laicos y religiosos al compromiso con las luchas populares de América Latina.
En los cambios referidos los liberales quisieron ver un golpe de timón de la Iglesia, acorde con el tono político de la época. Nelson Rockefeller, vicepresidente de Richard Nixon, fue más inteligente. En 1968 emprendió una gira por el continente y en su informe observó que la Iglesia ya no era "un aliado seguro para Estados Unidos". Nada nuevo. "Creo que será larga y difícil la absorción de estos países por Estados Unidos, mientras sean países católicos", había dicho el presidente Teodoro Roosevelt en 1912.
El informe Rockefeller sostuvo que el catolicismo se había convertido "en un centro peligroso de revolución potencial". En 1969 fue más allá, asegurando que era preciso remplazar a los católicos latinoamericanos por "otro tipo de cristianos". El magnate recomendó a su gobierno la promoción de las llamadas "sectas" fundamentalistas que brotaban del florido árbol pentecostal estadunidense.

IGLESIAS EVANGÉLICAS Y EL PODER CONSERVADOR EN LATINOAMÉRICA

La participación pública de pastores y seguidores de iglesias evangélicas o neo-pentecostales en los procesos electorales viene creciendo y haciendo sinergia en la ofensiva conservadora vivida en la región. Se han vuelto una parte activa, con diversos niveles de protagonismo, de las facciones de derechas en sus respectivos países. Participan en elecciones –con candidaturas propias o pautadas– utilizando su poder simbólico y retórico para vincular las creencias de la fe a la elección de ofertas políticas, canalizando la desesperanza social de la población/feligreses (en su mayoría pobre) y su enojo con los partidos políticos (que no les articulan, ni les dan respuestas) de tal manera que combinan el poder de convicción de la predestinación religiosa de la salvación pos-existencial al discurso político de un porvenir moralizador y bíblico como redención terrenal.
Según informes periodísticos, existen más de 19 mil iglesias neo-pentecostales en el continente, que organizan a más de cien millones de creyentes, es decir, una quinta parte de sus habitantes. Estas cifras indican un desplazamiento de la Iglesia Católica, con sus distintas congregaciones, como estructuras mediadoras del poder simbólico de la fe de los latinoamericanos. La estructura de la iglesia católica parece haber perdido el monopolio de la fe y poco a poco va dejando de ser el bastión de legitimación -de evasión o consulta- de las creencias y ofertas políticas para la mayor parte de la población.
Los rasgos distintivos de la participación política de los neo-pentecostales, pastores y sus iglesias, se pueden sintetizar en cuatro:
1)               Posturas ultra-conservadoras en relación con la familia y restrictivas de las libertades sociales.
2)                 Abiertos defensores del neoliberalismo y la sociedad de consumo.
3)                 Gran capacidad económica ligada al aporte-convicción de sus feligreses.
4)                 Despliegue mediático a partir de sus propias emisoras, canales de televisión y redes sociales.
Se puede decir que su desarrollo y expansión en Latinoamérica no es casual por la focalización en grupos indígenas y sectores excluidos, lo cual puede calificarse como una acción de inserción neocolonial.
En general, la política a la que adhieren o promueven los pastores y las iglesias pentecostales es coincidente con el neoliberalismo, como lo expresan las iglesias evangelistas colombianas y centroamericanas, quienes fomentan la “ética protestante” ligada al libre comercio, al trabajador exitoso, ahorrador, constante y abnegado, donde “el éxito material aparece como una prueba de elección por Dios”.
No se conocen los montos que manejan los miles de pastores y sus iglesias, aunque se especula que es un “gran negocio de la fe”, una relación económica que no está regulada en algunos países, donde no pagan impuestos, ni los pastores están auditados por entidades del Estado que certifiquen ingresos y egresos, tipo de gastos y destinación de las ganancias.
Las iglesias evangelistas también tienen una enorme red de emisoras de radio y canales de televisión. Algunos pastores justifican estas inversiones porque es la manera de llegar al creciente número de feligreses, “ya no pueden atender a tantos de forma presencial”, lo cual acrecienta el poder simbólico a desplegar por dichas organizaciones basadas en la fe.

Y POR CASA ¿CÓMO ANDAMOS?

Si tomamos en cuenta los rasgos que identifican a estas sectas, podemos ver que dentro de nuestra propia Iglesia hay miembros que manifiestan esas mismas características lo que nos lleva a considerar que dentro del catolicismo también hay un sector sectario y que va en contramano con el mensaje evangélico de la opción por los pobres. El papa Francisco exhorta permanentemente a que los cristianos no nos quedemos dentro del templo, sino que nos involucremos en la problemática de nuestra sociedad, lo expresa con claridad cuando define a “la Iglesia en salida”. Si hacemos caso omiso a esta consigna y nos seguimos quedando con celebraciones litúrgicas en donde repetimos mecánicamente gestos y oraciones, en muchos casos simplemente por cumplir un precepto y no cometer pecado mortal, más temprano que tarde se habrá logrado el objetivo que planteó Nelson Rockefeller en 1969: “reemplazar a los católicos latinoamericanos por otro tipo de cristianos”.
¿Qué les parece?
Nicolás Salcito

Fuentes consultadas: Artículos de: Juan Bosch, sacerdote dominico; Giusseppe L. Cossio Restrepo y de Javier Calderón Castillo.

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