lunes, 23 de julio de 2012

CORTOCIRCUITOS EN EL PERONISMO, QUE LA OPOSICIÓN QUIERE APROVECHAR


http://www.laarena.com.ar/opinion-cortocircuitos_en_el_pj_que_la_oposicion_quiere_aprovechar-78714-111.html

La disputa entre la presidenta y el gobernador de Buenos Aires excede
una diferencia sobre aportes nacionales al distrito. Es política y su
mayor tirantez hizo que la oposición tratara de sacar partido, por
ahora sin éxito.
EMILIO MARÍN

Los acontecimientos han vuelto a confirmar que las mayores pulseadas
no se establecen entre el gobierno y la desdibujada oposición
(macrismo, radicalismo, FAP, etc.). La contradicción más importante se
desarrolla al interior del oficialismo, entre Cristina Fernández de
Kirchner y Daniel Scioli. Otra contradicción vinculada opone a aquélla
con el secretario de la CGT.
Esas peleas tienen en vilo a la sociedad y se amplifican por los
medios. También tienen reflejos cotidianos, como cuando más de medio
millón de estatales bonaerenses no pudo percibir el medio aguinaldo.
Este diferendo motivó paros y movilizaciones estatales, sin importar
que los gremios convocantes de una u otra CTA, de una u otra CGT. La
CTA bonaerense que encabeza Roberto Baradel ha anticipado un paro para
el 30 y 31 de julio.

Las disputas políticas deberían ser mejor analizadas por sus
protagonistas nacionales y provinciales, para minimizar lo posible su
impacto en la población. Este podría ser un criterio válido y quizás
lo sea en mayor medida en tiempos de cierta caída de la actividad
económica y una perspectiva poco brillante para el mundo laboral, con
salarios mordidos por la inflación.
El diferendo entre el gobierno nacional y el de Buenos Aires giró
alrededor de un pedido de auxilio que hizo Scioli para afrontar el
pago de salarios y aguinaldo. Necesitaba 3.000 millones de pesos y le
giraron una tercera parte.
La presidenta enumeró las partidas e inversiones que el gobierno
federal hizo en el mayor distrito del país. Uno de sus defensores
mediáticos, Horacio Verbitsky, dio cifras de esa mayor ayuda (ver
Página/12, del domingo pasado). La acusación, que HV hizo en términos
más llanos y con nombre y apellido, es que Scioli no sabe gobernar,
gasta con propósitos electorales, tiende a endeudarse y no recauda
sobre los segmentos más enriquecidos.
En cambio, desde la tribuna de Ferro, el jueves, Hugo Moyano tomó
partido por el gobernador, al que supuestamente no se lo ayuda desde
el poder central.
¿Quién tiene una mayor cuota de razón? El gobierno nacional, porque
desde La Plata no pudieron refutar el detalle de la ayuda recibida y
el volumen de obra pública realizada por cuenta y orden nacional.
Al margen de esa evaluación, hay algo irrefutable. Buenos Aires es la
provincia más rica y tiene recursos para pagar en tiempo y forma los
sueldos y aguinaldos. Quien no pueda cumplir con eso elemental debería
dar un paso al costado y dedicarse a la filatelia u otra cosa donde no
importen los resultados.
Aún dando por válida la acusación cristinista contra Scioli, eso no
significa que ese gobernador y los de otras provincias no tengan parte
de razón en su queja de que la cuota de coparticipación les ha sido
bajada.

Es la política
El conflicto de marras tiene sobre todo un contenido político.
Hace dos meses Scioli declaró se anotaba para la carrera presidencial
de 2015 si la presidenta no podía o no quería competir.  En el fondo
nadie podría objetar el derecho que él y otros políticos tienen a
expresar sus aspiraciones políticas. En la forma, o el momento de
plantear candidaturas, lo del bonaerense fue muy inoportuno. En 2012,
con una economía cruzada por los remezones de la crisis mundial, es
imprescindible que los gobernantes centren en los esfuerzos para que
sus gestiones sean productivas y eficaces. Anunciar candidaturas en
esta coyuntura fue tan inútil y contraproducente como promocionar
planes de riego en época de inundaciones. Y Scioli lo hizo. Y eso que
estaba a punto de estrellarse frente a su déficit y no pagar los
aguinaldos…
Muy posiblemente lo suyo no fue inocente sino un aviso para que los
justicialistas no alineados con la presidenta supieran que dentro de
tres años, o antes, tendrán una oferta de su paladar.
A Cristina eso le disgustó muchísimo. A los conductores no les agrada
que subordinados les marquen los tiempos ni la agenda. Una presidenta
que sólo con Carlos Zannini y algún otro funcionario confeccionó todas
las listas de candidatos del FPV en octubre pasado, se iba a tomar muy
a pecho un anuncio como el de Scioli.
No se trata sólo de nombres o candidatos. Entre uno y otro sector hay
diferencias políticas evidentes. Cristina y antes Néstor Kirchner
tienen una posición activa a favor de los derechos humanos y los
juicios contra los genocidas. No se le conoce a Scioli mayor interés
por esta temática, que una y otra vez se pone en el tapete de la
política. Esta semana comenzó en Jujuy el primer juicio por 43 casos,
en cinco causas unificadas en contra del terrorismo de Estado que
también incluye el accionar colaboracionista con esos crímenes de la
patronal del Ingenio Ledesma.
Cobrarles impuestos a los sojeros y exportadores fue intención del
kirchnerismo, materializada en la resolución 125. El gobernador de
Buenos Aires cortaba cintas en Expoagro (Clarín y “La Nación”) y tenía
como ministro de Agricultura a Emilio Monzó, aliado a la Mesa de
Enlace, que renunció y pasó al gabinete de Mauricio Macri y al PRO.
Se dirá que Scioli cobró mayores impuestos a los sojeros, pero lo hizo
en muy pequeña medida, manteniendo el grueso de sus privilegios. Esa
suba sólo le reportará 300 millones de pesos.
Un peinado fino de los miles de cables de WikiLeaks quizás comprobara
más vínculos del gobernador con la embajada norteamericana desde
tiempos de Earl Wayne. En su defensa él podría alegar que la
presidenta también corteja al Consejo de las Américas, Monsanto, Wal
Mart, Agco y otras multinacionales. Aún con esas concesiones
injustificadas a Washington, la presidenta puede exhibir una línea
tercermundista ajena a Scioli, como lo firmado el viernes por el
ministro Arturo Puricelli con Venezuela en cooperación militar.

¿De afuera son de palo?
Tal como se valora la política en este crudo invierno argentino, un
proyecto amalgamado alrededor de Scioli, donde podrían colarse
elementos aún más derechosos como los restos del duhaldismo y el
denarvaísmo, gobernadores tan conservadores como aquél, caso de De la
Sota, etc. resultaría un retroceso en cotejo con la línea de Cristina,
aún con sus fuertes altibajos.
Un ejemplo para cerrar esa evaluación. Si ante el primer
inconveniente, Scioli dispuso postergar el aguinaldo, ¿qué no haría si
fuera presidente y lo toma de frente el impacto de la crisis
internacional?
El moyanismo pinta como confluyendo con el gobernador en un armado
político. El Congreso de la CGT en Ferro le concedió a Moyano un
tercer mandato al frente de la entidad y su plataforma gremial contuvo
fuertes condimentos reivindicativos, a los que erróneamente el
gobierno nacional no atiende. Esa brecha o incomprensión abre las
puertas para que el camionero aspire a un cierto crecimiento en lo
sindical, a medida que lidere algunas protestas con fundamentos.
Un asunto clave fue su definición de que “vamos a intensificar el
reclamo gremial, pero no haremos ninguna locura”. Si se mantiene en
esta tesitura, podría captar más adhesiones sindicales de las que
tiene y presionar al gobierno con suerte diversa. Es obvio que en
Balcarce 50 no querrán concederle todas las cosas que reclama, pero el
peso de la correlación de fuerzas puede hacer que algunas se consigan.
Si el líder camionero no hace “ninguna locura”, tiene una ruta más o
menos holgada para avanzar.
Es que sus rivales “Gordos”, que se aprestan a formalizar la CGT
número 2, están filosófica y prácticamente condenados a menos que la
tibieza en materia de accionar gremial. Sus compromisos políticos y
financieros con el gobierno nacional y las corporaciones les atarán
como mínimo un brazo a la espalda. A algunos, los dos.
La duda es qué hará “el Negro” en política. Por ahora viene apostando
a una entente con Scioli, según se desprende de sus últimos discursos
y de las declaraciones de su hijo Pablo. Si es así, lo que capitalice
a nivel gremial lo habrá despilfarrado en lo político y electoral.
Jugar en el equipo sciolista no parece ser lo que más conviene a los
derechos de los trabajadores. ¿Cómo justificaría Moyano esa alianza
con alguien que no paga el aguinaldo en término? Los camioneros se lo
llevarían puesto…
Queda un resquicio, por ahora improbable, para que el cegetista busque
crear su partido laborista, con personería propia para competir en las
legislativas de 2013.  En esta hipótesis no se podría fulminarlo ya
como “reaccionario” pues habría que ver qué propone esa agrupación y
quiénes son sus directivos. Una cosa sería que candidateara a un
prestigioso Héctor Recalde y otra diferente al tatuado “Patón” Basile.
Las desavenencias al interior del peronismo han acicateado a que
Macri, los radicales y Adepa, entre otras expresiones de la derecha y
centro derecha, se ilusionen con que aquello detonará y partes del
mismo caerán en su bolsa. Están en un error. Si el ex motonauta al
final rompe con Cristina, lo más probable es que sea él quien lidere
una lista en 2015 con más posibilidades, y no Macri ni Alfonsín. El
peronismo, imprevisible, puede terminar reproduciéndose, como decía
Perón, peleando como los gatos. En ese caso los de afuera serían de
palo.
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Sergio Ortiz
face: Sergio Ortiz
twitter: sergioortizpl

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