viernes, 19 de abril de 2013

"Si fueran de clase alta, se hubiese resuelto en otro lugar"



Condenaron a las hermanas Jara
Así lo declaró la diputada bonaerense Karina Nazabal, en relación al fallo que condenó a las hermanas que se defendieron de un intento de violación.

AGENCIA PACO URONDO: La idea es hablar de este caso tan resonante que fue el de las hermanas Jara. En el día de ayer se conoció la sentencia. ¿Qué opinión tenés del caso y de la sentencia?
Karina Nazabal: Este caso, si bien es un caso que pasó a ser mediático, con mucha fuerza, mucho movimiento de las organizaciones, es una situación más de injusticia respecto a los derechos de las mujeres que se vive todos los días en Argentina, judiacializados o no y donde la víctima -como en este caso- es condenada. Hoy a la mañana escuchaba cosas sobre el caso y me vino a la cabeza el caso de un periodista -no muy progresista- que en el marco de un asalto mató a un ladrón en su casa e inmediatamente quedó libre por haber actuado en defensa propia.
Como era un ladrón el que entró a su casa y él podía tener portación de arma, era una persona famosa y conocida, está libre y no hay culpa. Y estas mujeres que intentaron defenderse de la situación de ultraje a un derecho, terminaron condenadas, estuvieron en la cárcel, ridiculizadas. Esa es la situación que vivimos las mujeres en la Argentina todos los días de nuestras vidas.

APU: Casualmente, se da en un contexto en el que se vienen dando algunas discusiones acerca del rol, de las características que tiene el sistema judicial argentino.
KN: Sí, esto es algo que pasa en Argentina pero también se repite en muchos lugares del mundo. Por supuesto que acá el Poder Judicial es un factor determinante a la hora de que las mujeres puedan ejercer sus derechos. Así como lo son las políticas sociales en el gobierno de Néstor y Cristina que han avanzado mucho y desde ahí las mujeres se han fortalecido mucho, tanto la pensión de ama de casa, las asignaciones por hijo, la incorporación de mujeres a los programas sociales de trabajo como Argentina Trabaja, los programas que tiene el Ministerio de Empleo. Desde la pata social, la mujer se ha fortalecido y hoy puede decir "no me banco más esta situación de violencia en mi casa, en el trabajo, no me banco más la violencia institucional". Cuando esa situación toma estado judicial o policial, ahí, hay como un sistema que ampara la reproducción de una cultura machista, hegemónica, patriarcal desde todos sus lugares.
Hoy la justicia, por supuesto que tiene jueces, auxiliares, fiscales y administrativos que dan pelea todos los días, que acompañan a las mujeres, a los niños para defender sus derechos, todavía, sigue sosteniendo una cultura patriarcal. Es un daño irreversible, porque cuando un juez determina la revinculación de una víctima de violencia con su victimario, la revinculación de un niño que padeció abuso con quien lo abusó, lo que hace es sostener un sistema patriarcal que lo que define es una entidad no democrática. Por esto, lo que plantea la Presidenta de una justicia más democrática que por supuesto no es incompatible.
Alguien me decía, si es justicia es democrática y yo decía que no necesariamente. La justicia se construye en función de valores más fuertes que tenga una sociedad en su momento y esa justicia está construida con valores que hoy ya están en desuso. Queremos un país más democrático, todos queremos un país más participativo, más igualitario, entonces, es un paso que tenemos que dar. Los jueces, fiscales y toda la trama de quienes administran justicia debe acompañar ese proceso de inclusión y democratización de todas las minorías.
APU: En este caso ¿Hay un componente de clase? Porque el abogado decía que estas chicas esperaban la sentencia en prisión porque no es lo mismo una persona con recursos altos que otra con menos niveles de ingresos.
KN: Sin ninguna duda. Cuando hablamos de minorías, que casualmente así se los llama a los que menos tienen, cuando en realidad los que menos tienen son la gran mayoría. Los denominan minoría por la incapacidad de incidir en algunas decisiones políticas. Seguramente que el hecho de que las hermanas Jara fueran de una clase obrera, trabajadora, les generó obstáculos y limitaciones a la hora de reclamar justicia.
Me parece que es importante decir que si esa situación se hubiese dado en una clase media alta, lo más probable es que no hubiese llegado a la justicia, se hubiese resuelto en otro lugar. También está asociado que las mujeres violadas, ultrajadas, a las que se les quita derechos, que se las golpea y demás, es la mujer pobre, sin instrucción, sin conocimientos, sin estudios, sin trabajo, que vive en barrios periféricos de manera vulnerable. Ese es el perfil, es víctima de violencia por esto, porque quienes tienen una situación económica más acomodada prefieren preservar las relaciones sociales, familiares antes de generar una denuncia de esto.
También, todavía en la concientización de género, en el tema de que todas las mujeres podamos interpretar eso que dicen las feministas "nos tocan a una, nos tocan a todas", falta esa concientización desde nuestro lugar de mujer. Seguro en ese fallo de las hermanas Jara, como en el de Marita Verón, como muchos otros casos, el caso de Wanda Tadey, intervinieron mujeres. Si bien hay muchas mujeres que aportaron para que la causa avance y que se haga justicia a favor de otras mujeres, muchas miran para otro lado.
Otras salen diciendo que eso pasa en determinado sector social por el sistema de vulnerabilidad. El camino en el tema de la democratización de la justicia es largo, pero también es muy largo en el marco de la lucha de las mujeres por esos derechos. Poder interpretar que cuando se dice violencia hacia las mujeres siempre hablamos de nosotras también. Porque cuando hablás del otro, perdés la capacidad de generar un colectivo más fuerte y ahí se terminan perdiendo las discusiones, la justicia. Esto es lo que aparece como síntesis en el fallo, pero también es lo que vemos todos los días.

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