jueves, 15 de marzo de 2012

Jugando con fuego en Irán

(enciende la mecha una pequeña y agresiva potencia nuclear)

 
El pecado de Irán es defenderse. Mientras más se previene de una invasión cantada en todos los tonos por Estados Unidos y del bombardeo que Israel anuncia cada día como inminente, se va convirtiendo en más peligroso para el diseño estratégico global de Washington, Tel Aviv y varias capitales europeas que les va a la cola.
 
El programa de enriquecimiento pacífico de uranio para desarrollar energía de origen nuclear y otras aplicaciones, está dentro de los derechos del Estado iraní, precisamente por ser signatario del Tratado de No Proliferación (TNP)  de Armas Nucleares. Hay una cantidad de países que pueden llevar adelante estas actividades bajo el compromiso de que no incrementarán la cantidad de bombas nucleares que ya existen en el Planeta.
 
Pero según sus enemigos, a Irán y su presidente Mahmud Ahmadineyad, no hay que creerles, porque seguro que en el entrepiso de las instalaciones donde han llegado constantemente inspectores de la ONU para constatar que no hay armas nucleares, hay un grupo de científicos locos que uno de estos días tirarán una bomba suicida a los Estados Unidos y otra a su aliado de Cercano Oriente.
 
A quién hay que creer es a los que mintieron en lo de las armas de destrucción masiva en Irak y que más tarde se descubrió como un embuste armado por un sector de la maquinaria de guerra norteamericana  que el presidente Bush dio como ciertos, a pesar de las mil advertencias de los servicios de inteligencia que apuntaron que las razones de guerra eran falsas y que el derrocamiento violento de Sadam y la destrucción del ejército traería el caos y la guerra civil a esa nación, que es lo que ahora tenemos.
 
Igualmente mintieron con Afganistán al culparla de guarida de Bin Laden, centro de operaciones de Al Qaeda y plataforma del 11 de septiembre, cuando no era ninguna de estas cosas y ya van diez años de una guerra sin objetivos que desangra a una población misérrima y va extendiendo el conflicto más allá de las fronteras.
 
En resumen,   el mundo postguerra fría que heredó George W. Bush, lo convirtió en un nuevo mundo de guerras focalizadas armadas con mentiras que se han convertido en permanentes y que el más poderoso imperio de la tierra ha demostrado que no puede ganar con toda su tecnología y falta de escrúpulos.
Obama heredó ese mundo ensangrentado y en vías de desquiciamiento, con la consabida promesa de ir saliendo poco a poco de él. Pero como todo en él, más allá de sus intenciones ha ido teniendo que negociar a cada paso logrando que lo que debía mejorar, empeore, y que ahora esté metido en el callejón que lo lleva a su propia guerra con un Irán que es mucho más que enfrentarse a Irak y Afganistán juntos.
 
No sólo eso, porque la tendencia militarista reabierta en los Estados Unidos y la creciente presión israelí ha alimentado un recelo profundo en las potencias militares que no están invitadas al juego: es por eso que China ha incrementado últimamente su inmenso presupuesto militar en 11.2%, a pesar que las dificultades económicas globales ya están tocando las costas del gigante asiático. Por su parte el regreso de Putin al poder en Rusia, indica una fuerte distancia con los Estados Unidos y una campaña de fuerte  rearme que se percibe a gran distancia.
 
¿Cuál puede ser la razón para que las dos potencias coincidan en aumentar sus arsenales?, ¿qué enemigo están viendo en el horizonte? Una manera de mirar el mundo actual es imaginar una nación pequeña y agresiva (posee, según diversos documentos unas 200 cabezas nucleares), arrastra al taciturno Obama y al gigante norteamericano, que a su vez se lleva en la alforja a una Europa en crisis que se olvida de eso cada vez que los gringos les piden soldados para la guerra, por último esta cadena lleva a despertar el militarismo chino y ruso, curiosamente convergente ahora en tratar de poner algún freno a los Estados Unidos. ¿No les parece que estamos jalando la pita más de la cuenta?
 
Petróleo
 
Irán es el cuarto productor de petróleo en el mundo y la tercera reserva petrolera con una disponibilidad de 136 mil millones de barriles (10% de las reservas mundiales). Cualquiera puede intuir lo que pasaría en el caso de una guerra contra este país de 80 millones de habitantes. Analistas petroleros estiman que el  precio del crudo llegaría rápidamente a la loca cifra de más de 200 dólares el barril y que los mercados entrarían en grave crisis El PBI iraní es el número 17 a nivel mundial, pero nadie lo ha llamado a sentarse entre los 20 más ricos de la Tierra y su avance tecnológico es considerable, a pesar del carácter teocrático del Estado y las fuertes  resistencias que existen hacia la influencia occidental.
 
La guerra que aparentemente Israel quiere a toda costa y que los republicanos atizan dentro de los Estados Unidos, ante un Obama que luce como siempre cercado e impotente, es una locura que cualquiera debería descartar por anticipado ya que no se sabe adonde podría llevar en los siguientes años. El problema es que demasiadas locuras se han hecho en los años anteriores como para no descubrir detrás de las versiones de prensa sobre los “peligros” iraníes y los movimientos de barcos y tropas en el Golfo, un sombrío anuncio de que  otra locura bélica podría estar a punto de consumarse. Una peor que todas las anteriores.
 
11.03.12

Gentileza SIESE Manuel Ugarte

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